Estos suplementos sí funcionan

Deportistas domingueros

Glucosamina para evitar lesiones

Si no haces deporte muy a menudo (excepto esos domingos en los que uno se reúne con amigos para echar una pachanga) es posible que tus músculos estén un poco débiles en relación al peso de tu cuerpo. Cada vez que juegas ese partido de fin de semana estás poniendo una carga muy alta en tus articulaciones, tendones y ligamentos, que tienen que absorber los impactos y cargas. Si además tomas una dieta poco saludable, alta en azúcares y grasas y baja en proteínas, no ayudarás a regenerarlos. La glucosamina reduce la degradación del colágeno de tus tendones, y por tanto puede ayudar a evitar lesiones y prevenir la artritis.

Runners

Aminoácidos de cadena ramificada

De los nueve aminoácidos esenciales, los de cadena ramificada (BCAA) son especialmente importantes para preservar la pérdida de masa muscular. Cuando haces ejercicio durante tiempos largos vas consumiendo tus reservas de energía, el glucógeno de tus músculos. A medida que se agotan tu cuerpo puede decidir descomponer el tejido muscular para convertirlo en glucosa, y esto produce una pérdida de músculo bastante poco deseable. De esta manera,

tomar una ración de aminoácidos antes de la carrera disminuye la pérdida de masa muscular y te ayuda a recuperarte mejor después del esfuerzo.

Levantadores de pesas

Creatina que aumenta el músculo

Existen muchísimos suplementos comerciales que están dirigidos a las personas que normalmente levantan pesas, y bastante de ellos prometen aumentos de músculo y pérdidas de grasa prodigiosas. La mayoría no funcionan o lo hacen mínimamente. Uno de los que sí está comprobado es el monohidrato de creatina, una sustancia que ya está en tu cuerpo y que se encuentra de forma natural en la carne. La creatina hace que llegue más energía a tus células, lo cual ayuda a conseguir más potencia y más desarrollo muscular, pero también mejora las funciones y la salud del hígado, el cerebro

y los huesos.

Yoga y pilates

Omega-3 para que nunca falte

A no ser que comas pescado azul en abundancia (lo cual es bastante extraño), es probable que tu dieta sea deficitaria en ácidos grasos Omega-3, que son antiinflamatorios. Al contrario, los aceites de semillas que están en todos lados, la comida preparada, la bollería y los frutos secos contienen un exceso de Omega-6, que son inflamatorios. Si no te animas con las sardinas (que es el pescado azul más accesible en el supermercados), los suplementos de Omega-3 pueden ayudarte a reducir la inflamación, prevenir enfermedades cardiovasculares, ayudar a la regeneración celular, prevenir la depresión y ayudar a la pérdida de grasa.