Herederos universales

Alguna vez oímos en las noticias que un perro se ha hecho millonario porque su dueño le legó todo su patrimonio. No es información de España, aquí no puede ser, pero hay trucos.

Los perros forman parte de las familias y, como tal, sus dueños a veces temen por su futuro. ¿Si me pasa algo a mí que será de él? La primera intención es incluirlo en el testamento y «donarle» parte del patrimonio. Hay incluso quien está dispuesto a dejarles la casa para que puedan seguir viviendo en ella. Pero en España esto no es posible. Aquí la legislación aún considera a los perros cosas y no pueden ser incluidos en las últimas voluntades. Según Arriaga y Asociados en más de una ocasión a su despacho han ido personas, sobre todo mayores sin herederos directos, que quieren dejar su legado a sus mascotas: perros, gatos, conejos, periquitos...

Aunque en nuestro ordenamiento jurídico no se puede dejar la herencia a una mascota, los abogados encuentran resquicios legales para que, de manera indirecta, la voluntad de no dejar desamparado a nuestro animal de compañía se pueda ver cubierta. Se trata de instituir heredero a una persona con la condición de que tendrá que ocuparse de nuestros perros, gatos o cualquier otro animal. Si además queremos fortalecer el hecho de que se cumplan los cuidados de dicho animal, podemos en el testamento designar un albacea que controle que se están cumpliendo los cuidados hacia la mascota. Otra fórmula es que con la herencia se cree una fundación y, que a través de la misma, se dispensen los cuidados necesarios a nuestros animales de compañía. Desde Testamenta indican tres opciones: Herencia bajo condición resolutoria. En este caso, quien reciba nuestros bienes –o parte– se convertiría en propietario de la herencia que le corresponda, pero perdería toda esa propiedad si incumpliera su obligación: cuidar de nuestro animal.

Herencia bajo condición suspensiva. Esta fórmula es más restrictiva, ya que los bienes en herencia no se entregarían hasta que se demostrara haber cuidado al animal hasta su muerte.

También dejar la mascota a alguien y a su vez una cantidad de dinero para que pueda cuidar de la misma por el tiempo necesario. En cualquier caso son «trucos» lejos de dejar nuestra casa al perro.

Orejas en movimiento

Si un hijo le dice a su padre que puede mover las orejas, la respuesta inmediata es: «te voy a llevar a un circo». Muy diferente es en los perros que pueden mover sus orejas gracias a los 18 músculos que tienen repartidos por esta parte de su cuerpo. De hecho las utilizan para expresar diferentes cosas como miedo, sumisión, alegría, desafío, dominancia o interés.

Los romanos ya avisaban

Desde pequeños estamos acostumbrados a ver letreros de «cuidado con el perro», sobre todo en casas o fincas donde los dueños tiene un can para que haga labores de guardia. Según algunas leyendas, parece ser que en la época romana ya utilizaban esta forma de aviso, sobre todo para evitar incidentes con las visitas.