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La eterna juventud

En Pinilla de la Valdería (León) nacía «Quico», y que casi 111 años después se haría con el título de hombre más longevo del Viejo Continente

El leonés Quico, el hombre más longevo de Europa
El leonés Quico, el hombre más longevo de Europalarazon

En Pinilla de la Valdería (León) nacía «Quico», y que casi 111 años después se haría con el título de hombre más longevo del Viejo Continente

Francisco Fernández estuvo a punto de morir congelado a los catorce años. Había nacido un 24 de julio de 1901 en la localidad leonesa de Pinilla de la Valdería y desde niño aprendió a pastorear. En una de esas largas jornadas al raso con el ganado, el joven se perdió y cuando fue encontrado estaba paralizado por el frío. Puede que eso no tuviera nada que ver con su futuro destino, pero parece una de esas paradojas inexplicables que «Quico» terminara convirtiéndose en el hombre más viejo de Europa, como si sus células hubieran detenido el envejecimiento aquella noche de semicongelación.

Murió con 111 años y 45 días de vida, el 7 de septiembre de 2012. Desde marzo de ese año ostentaba el título de ser humano con mayor edad de nuestro continente.

Hasta las últimas semanas de su existencia pareció llevar una vida apacible y sana. Él mismo declaró poco antes de morir que dormía plácidamente, se sentía bien cuidado, leía el periódico y paseaba todos los días. Así logró convertirse en uno de nuestros últimos y más célebres supercentenarios. Se denomina así a las personas que sobrepasan los 110 años de edad y que se han convertido en un tesoro codiciado para la investigación científica, ya que se supone que sus células albergan algunos secretos sobre el envejecimiento humano o, más bien, sobre el modo en el que ciertas personas parecen resistirse a él. Recientemente, un par de investigaciones llevadas a cabo en España se han adentrado en las peculiaridades genéticas de estas personas. 20 de 34 supercentenarios españoles estudiados tienen en su ADN una variante concreta del gen APOB, al que han llamado gen Matusalén.

Lo más sorprendente es que ahora sabemos que España es una buena cuna para encontrar este gen y, por ende, para hallar personas longevas. Según la Organización Mundial de la Salud, el nuestro es el país de Europa con mayor esperanza de vida al nacer. Además, contamos con una gran cantidad de centenarios y supercentenarios. El año pasado había 13.312 personas con más de 100 años. A 16 de julio de 2015, según datos del Grupo de Investigación Gerontológico, España contaba con 182 personas con más de 105 años de edad. Ese día, la abuela de España seguía siendo Ana Vela Rubio, que a sus 113 años es la decimoquinta persona más longeva del mundo, la segunda persona viva con mayor edad en Europa, la cuarta más longeva de la historia de España y la catalana que ha alcanzado más edad desde el origen de los tiempos. Digna sucesora de don «Quico», que ayer cumpliría 114.