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Todo vale en los Premios MTV
La industria musical saca sus más arriesgadas galas cada año para los galardones, y este no fue la excepción: abundaron las transparencias, el látex y hasta se coló una española: maría escoté
La industria musical saca sus más arriesgadas galas cada año para los galardones, y este no fue la excepción: abundaron las transparencias, el látex y hasta se coló una española: maría escoté.
La alfombra rosa de los premios MTV VMA ha sido siempre una espacio para la experimentación, el asombro y la vanguardia en términos de moda. Quizá la responsable de infundirle su espíritu rebelde sea Lady Gaga, que en 2010 apareció en la ceremonia con su ya mítico vestido hecho de carne cruda. Aunque no habría que olvidar cuando Lil’ Kim asistió con un mono lila –a juego con su pelo– que le tapaba solo un pecho; en el otro llevaba apenas una flor encima del pezón (este año, la actriz Sky Days copió su estilismo, aunque utilizó brillantes para cubrirse). También fue sobre esa alfombra que vimos casi por última vez a Courtney Love y Kurt Cobain en 1993, ella con un vestido blanco a lo Marilyn Monroe y su hija Frances Bean en los brazos y él, de vaqueros rotos y sosteniendo el biberón de la niña.
El domingo se celebró de nuevo la ceremonia, que premia los mejores vídeos , en la Radio City Musical Hall de Nueva York y las «celebrities» no defraudaron. Hubo transparencias, látex, cuero, cadenas, plumas, escotes de infarto y maquillajes insólitos. Entre las ganadoras estaban también dos de las que lucieron los «looks» más llamativos: Rita Ora, que se llevó el galardón al Mejor Baile por «Lonely Together», en la que colaboró con el fallecido Avicii, y Nicki Minaj, que triunfó con su tema de hip hop «Chun-Li». Amber Rose, como de costumbre, fue otra de las que más destacó: botas de látex rojas combinadas con un corpiño del mismo material y un látigo. Esta vez utilizó la ocasión para hacer publicidad a una protesta que organiza cada año en Los Ángeles llamada Slutwalk (La marcha de las putas) con la que busca «acabar con el slut-shaming», es decir, el utilizar la palabra «puta» para humillar a las mujeres. También hubo presencia española en la gala: la rapera Dej Loaf eligió un atuendo de María Escoté, en concreto, el que cerró el desfile de la diseñadora en la pasada edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, donde presentó una colección inspirada en «Las Supernenas». Escoté, que participó en el exitoso programa «Maestros de la costura», ha visto ya a varias artistas estadounidenses lucir sus diseños, entre ellas, la estilosa Zendaya. «Este “look” es para aquellos que echan de menos la época en que estos premios eran sobre la expresión y el individualismo», escribió en su perfil de Instagram Icon Billingsley, el estilista de la rapera, y añadió que era un homenaje al pasado, específicamente, a los noventa (años en los que también se inspiró Escoté para su creación).
Por otra parte, hubo ausencias notables, entre ellas, Beyoncé y su esposo, Jay-Z, que ganaron dos premios por su vídeo «APES**T», rodado en el Louvre, pero que no pudieron viajar a Nueva York porque están en plena gira por el país. Tampoco asistieron Taylor Swift, Justin Bieber ni Selena Gomez.
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