Moda

Paco Rabanne colgará sus vestidos junto a Goya y Sorolla

Su primera retrospectiva se inaugurará el 9 de junio en la Real Academia de San Fernando y reunirá veinticinco trajes y dos mil fotografías.

El diseñador creó un estilo que ha sido muy imitado
El diseñador creó un estilo que ha sido muy imitadolarazon

Su primera retrospectiva se inaugurará el 9 de junio en la Real Academia de San Fernando y reunirá veinticinco trajes y dos mil fotografías.

El próximo mes se inaugura la primera retrospectiva del diseñador español Paco Rabanne en su país. No la promueven como deberían y le corresponde al ministerio de Cultura que, creado para estos fines, es poco dado al trabajo de aguja. ¿Hay algo mejor que exaltar la genialidad española? Chanel odiaba al vasco, que fue un renovador de la costura. Ella ribeteaba y masculinizaba «tweeds» de lo más femeninos, mientras que Rabanne creaba una malla para Brigitte Bardot o Jane Fonda en «Barbarella», ya icónica por su futurismo. Eran dos mundos y distintas formas de hacer moda. Ella lo bautizó como «el chatarrero», igual que el hoy ya ex de Carmen Martínez-Bordiú, a la que vi vestida de blanco en una contrabarrera taurina lamentando la enorme e infrecuente pitada que despidió a Paquirri Rivera Ordóñez, a quien los amigos de su madre seguimos llamando Fran, como a su hermano Caye. Estuvo también Tana Rivera, de 17 espléndidos años, piel anacarada y gran parecido con la abuela Ordóñez. Me comentó «la poca suerte que papá ha tenido con los toros» ante un enardecedor Sebastián Castella. A Fran, de 43, le criticaron hasta la incipiente barriga remarcada por su traje azul cobalto. Lo conocí en los años en que residían en Marrakech apoyados por Mohammed V, que hasta nombró a Carmen relaciones públicas del pabellón nacional que presentó en la Expo sevillana tan rimbombante.

Paco Rabanne, que tiene 86 años, vive retirado en su castillo normando. Pasa de la moda y de aquellas creaciones férreas, casi corazas, como las que en tiempos pasados diseñó y que sujetaban y aupaban las pechugas con corpiños dorados. Sus desfiles parisienses de Alta Costura los aplaudían desde Nuréyev y Maurice Béjart, creador del ballet moderno, hasta un Salvador Dalí muy afín a sus descubrimientos y rupturas que, con 750 discos convertidos en pétalos, 1.300 anillas, una placa metálica y dos alicates, montaba un vestido. El genio de Cadaqués, también bastante maltratado por nosotros, le proclamó «el segundo genio de España». No dudó en situarse el primero, menudo era. Paco no cosía, ensamblaba, y puso de pie a todos los invitados a su pasarela un 14 de julio, fiesta nacional de la «liberté, égalité, fraternité», con Sevilla a 48 grados que él aumentó dada la categoría de lo desfilado. Nos animó el letargo y la laxitud.

Lo conocí bien a través de su amigo Paco Arce, enamorado de la teatralidad y sus gentes. Era millonario y tenía un casaplón en Las Rozas. Mecenas y autopropagandista, subvencionaba trajes de Lola Flores y Analía Gadé. Estaba enamorado del teatro y de sus actores y cuando Rabanne venía, ya sabíamos el menú: siempre era cocido, que entusiasmaba al creador, al que no le gustaban las barreras «y menos las mentales».Tenía un estudio en la casa de Alejandro Dumas a modo de nuevo mosquetero y fue el primero en poner música en los desfiles. Sus modelos chinas y negras lanzaron otro golpe a la estética establecida y clasicorra. Toda una revolución, definida de «subversiva», que después todos imitaron. Animó con ritmo el cansino ir y venir a veces aburrido. Evolucionaron a los ritmos de Boulez.

«Chicas Telva»

Creó un estilo que ha sido imitado, de hecho, los trajes de metal o plástico ya no sorprenden. Lo copia en, pretendido reconocimiento, hasta el renovador Galliano. Históricas son sus vestimentas para filmes que marcaron época como «¿Qué fue de Polly Magoo?», la mítica «Barbarella» del mejor Vadim o el primer «Casino Royal» con Sean Connery y Woody Allen. Inventó para los Puig más de diez perfumes ya emblemáticos, como «Gold», «Ultraviolet» y «Black XS», que aromatizarán la expo abierta del 9 al 25 de junio en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde al lado de Goya y Sorolla exhibirán su moda tan dinámica. Lo montan con 25 trajes y 2.000 fotos las siempre sorprendentes «chicas Telva» que tanto inspiraban a Paco Umbral, que llegó a definirlas y encasillarlas como modelo y símbolo de inquieta y trabajadora feminidad.