Andalucía
Aguirre dice haber encontrado “trabajadores fantasma” en la Consejería de Salud
Anuncia una auditoría ya que hay personal en nómina de los servicios centrales de la consejería que no acude
Anuncia una auditoría ya que hay personal en nómina de los servicios centrales de la consejería que no acude
El consejero de Salud y Familias de la Junta, Jesús Aguirre, soltó ayer en un foro en Madrid una nueva revelación bomba sobre su departamento. Sin en las listas de espera ya dijo hace unas semanas haber encontrado 500.000 pacientes «ocultos» por el anterior Gobierno socialista, ayer afirmó en su departamento ha descubierto que hay «muchos trabajadores fantasma» cuyas nóminas corren a cargo de su presupuesto pero que no acuden a realizar ninguna labor en las oficinas y despachos de la sede central de la consejería.
«Hay más de los que yo esperaba, pero estamos trabajando en averiguar dónde están», aseguró durante su participación en los desayunos sociosanitarios organizados por Europa Press. Fuentes de la consejería explicaron a LA RAZÓN que el número está por cuantificar pero se trata de personal de la sede central ubicada en Sevilla Este, donde el consejero tiene su despacho, y no de las delegaciones provinciales ni empresas públicas como el SAS.
El personal adscrito a la Consejería de Salud y Familias supera los 100.000 trabajadores y Aguirre ha ordenado «una auditoría» del mismo así como analizar la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) «para fijar las necesidades laborales y la eficiencia de los puestos actuales». No obstante, han querido matizar que «la inmensa mayoría de los empleados cumplen con eficiencia su cometido».
Desde CSIF, sindicato mayoritario en la administración pública, la presidenta regional del sector de Sanidad, Eloísa Bernal, dijo a este periódico que «en el ámbito en el que nosotros nos movemos no nos consta que haya trabajadores que no lo son» y admitió estar «sorprendida» con lo dicho por el consejero que «deberá auditarse y demostrarse». En este sentido, Bernal ve bien que «si hay sospechas de situaciones irregulares» se realice una auditoría y que los resultados se hagan públicos porque «hay que pagar a los trabajadores que sean productivos».
Respecto a la revisión de la RPT también está a favor pero subraya que además de la «eficiencia» de los puestos actuales «habría que revisar que hay auxiliares administrativos haciendo funciones de administrativos, es decir, de una categoría superior a aquella por la que cobra, no sólo hay puestos infrautilizados».
Sueldos públicos «regalados»
No es la primera vez que surgen sospechas sobre sueldos públicos a personas que no ejercen la labor para la que supuestamente fueron contratados, aunque la mayoría de los casos conocidos se trata de cargos directivos salvo un funcionario del Ayuntamiento de Cádiz condenado en 2016 a pagar 29.920 euros al consistorio por haber estado seis años si acudir a su trabajo. El ex consejero de Cultura, Luciano Alonso, fue juzgado por prevaricación por nombrar tres «directores fantasma» en la Filmoteca de Andalucía y el Centro Andaluz de Flamenco que cobraban de esos organismos sin trabajar en ellos. El TSJA le absolvió al ser cargos de confianza y no ver delito aunque sí una conducta administrativamente reprochable en la forma de usar este tipo de contratos. La candidatura a la reelección del alcalde socialista de El Puerto de Santa María (Cádiz) David de la Encina pende de un hilo tras publicarse esta semana una carta que en 2014 envió a su jefa en la Fundación Andalucía Emprende pidiéndole seguir cobrando pese a no poder ir a trabajar para dedicarse a la campaña electoral. Y en una pieza separada del caso ERE –pendiente de sentencia– han sido juzgados cinco exaltos cargos de la Consejería de Empleo por los «contratos fantamas» a personal de la empresa UMAX que hacían labores reservadas a funcionarios por un acuerdo «verbal» entre el exdirector Javier Guerrero y el dueño de UMAX.
La denuncia de trabajdores fantasma en la Consejería de Salud se produce cuando hoy mismo se examinan 1.517 aspirantes a 342 plazas fijas de facultativos especialistas en Farmacia, Veterinaria, técnicos en Sanidad Ambiental, técnicos en Educación para la Salud y Participación Ciudadana y farmacéuticos de Atención Primaria. Desde que llegó al cargo, Aguirre ha defendido la necesidad de aumentar la plantilla médica y sus salarios ante la «fuga de batas blancas», apelando incluso a su deseo traerse a su hija que ejerce en Valladolid.
De momento, un sobrino suyo que era director médico en el Hospital Reina Sofía de Córdoba ha sido nombrado coordinador de la Subdirección de Gestión Sanitaria del SAS, entre duras críticas de la oposición. La respuesta ha sido que no lo ha nombrado él y que en su familia hay muchos médicos.
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