Caso Marta del Castillo
Amplían la zona de búsqueda entre el Alamillo y la Barqueta
Los buzos de los GEO ya han revisado entre siete y ocho partes de las nueve en las que se dividió el terreno previsto en el nuevo rastreo
Los buzos de los GEO ya han revisado entre siete y ocho partes de las nueve en las que se dividió el terreno previsto en el nuevo rastreo
Con la caída de la tarde y las últimos rescoldos de luz solar concluyó la tercera jornada de la nueva búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo en el Guadalquivir, de cuya muerte se cumplieron ocho años el pasado 24 de enero y por el que se encuentra en prisión, también desde hace ocho años y nueve días, el asesino confeso Miguel Carcaño. El Cuerpo Nacional, con la colaboración de la Armada, ya ha rastreado entre siete y ocho zonas, según informó la Policía, de las nueve en que se dividió el área de búsqueda en el Guadalquivir. A lo largo de la jornada de ayer se examinó todo el río debajo del puente de la Barqueta de orilla a orilla y de «forma exhaustiva».
El equipo de buzos pertenecientes al Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, trasladados a Sevilla desde Guadalajara, está revisando más zonas de las marcadas en el análisis previo, complementado por el propio Cuerpo, por el que el juez instó al rastreo en base a un informe elaborado por el criminólogo y colaborador de LA RAZÓN Nacho Abad y el geólogo Luis Avial. El objetivo es «no dejar ninguna posibilidad», informaron fuentes policiales. La búsqueda ayer se prolongó desde las 9:00 hasta las 18:30, aproximadamente, cuando recogieron boyas y balizas, sin que se localizase nada relacionado con la investigación. En la segunda jornada, la del pasado martes, los buzos llegaron a sacar del agua objetos de los que, una vez examinados, se descartó su relación con el caso. Trascendió el hallazgo de tres bloques de hormigón en sacos junto al Alamillo o un hueso del que el análisis forense determinó que es de procedencia animal.
En la orilla, una jornada más, el padre de la joven, Antonio del Castillo, prosigue a la espera, aliviando los nervios entre caladas de tabaco rubio, por si «pudiera ser de alguna ayuda», sobre todo, a la hora de identificar algún objeto. También es habitual la presencia del abuelo, José Antonio Casanueva.
La búsqueda iniciada el pasado lunes, y que está previsto que se prolongue durante toda la semana, se centra en una zona de la dársena del río Guadalquivir ubicada entre los puentes de la Barqueta y del Alamillo, en la que colaboran también un capitán de corbeta y dos tenientes de navío de la Armada.
Las tareas de búsqueda, iniciadas después de que el pasado sábado dos botes de la Armada realizaran tareas previas de inspección por el río y localizaran 800 «puntos sensibles», están siendo realizadas por 12 buzos de los GEO que trabajan en turnos de mañana y tarde, a razón de tres parejas de buzos por turno.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, destacó ayer el ritmo al que avanza la búsqueda y mostró su deseo de que el operativo culmine con «un buen resultado».
A preguntas de los periodistas en la localidad de Nigüelas (Granada) sobre las posibles críticas que pueda despertar esta búsqueda, Sanz subrayó que se produce en cumplimiento de un mandamiento judicial y no por decisión de ningún Ministerio. Sanz lamentó que «la realidad» es que «aún no ha tenido resultado» el rastreo. «Estamos avanzando a un ritmo importante y los objetos o restos que se van encontrando se sacan, se analizan y –hasta ahora– se van descartando», señaló, deseando que finalmente se produzca «un buen resultado».
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