«Arte y Solera», cocina local con mucho mestizaje

«Arte y Solera» trabaja una cocina muy fina, elegante y con una filosofía cien por cien Sevilla. Un proyecto gastronómico que desembarcó en la capital hispalense hace dos años y que ya cuenta con dos restaurantes: uno en la avenida Concejal Jiménez Becerril número 11 y otro en la calle Zaragoza número 64. Detrás de esta marca hay un interesante bagaje personal y profesional que se visualiza en la carta, puesto que el mestizaje y la mezcla de culturas también son marcas de la casa. Su responsable es Marco Antonio Paz, un joven chef con 14 años de experiencia que se formó en la Escuela de Hostelería de Heliópolis, pero fuera le esperaba un mundo lleno de experiencias y sabores. Pasó por sitios tan dispares como el Valle de Arán, Alicante, Barcelona, Londres, Nueva York y República Dominicana. En Punta Cana trabajó en el hotel Tortuga Bay, un establecimiento de cinco diamantes, y también ha formado parte de «Lasarte», restaurante tres estrellas Michelín del prestigioso chef Martín Berasategui.

A Sevilla llegó con un proyecto «humilde y personal». «Poco a poco vamos consiguiendo posicionarnos a base de trabajo, calidad y constancia». De hecho, ambos restaurantes están situados entre los 15 mejores de la ciudad según Tripadvisor. ¿Qué es lo que distingue a «Arte y Solera»? «Nuestra cocina es muy sevillana en determinados productos, pero tenemos una gran mezcla de sabores y estamos abiertos a todo», sostiene Marco Antonio, quien asegura que «vamos abriendo el abanico constantemente». Además, «ofrecemos un producto de calidad a un precio muy razonable». La ensaladilla, por ejemplo, no falta en la carta, ya que «es el termómetro del cliente local». También se ofrecen platos más sofisticados como el magret de pato o la minipizza de atún. Otras especialidades son el gazpacho de mango con minestrone de frutas, el pulpo con espuma de patatas, la merluza de pincho con texturas de hinojo, el atún marinado con aderezo de soja y jengibre, los gambones al ajillo o la corvina con falso cuscús de coliflor y brócoli, puré de rúcula y ensalada de brotes.

Marco Antonio inició este proyecto con su mujer y ahora forman parte del equipo de «Arte y Solera» una veintena de personas. También ofrece una carta de vinos de alta calidad y adaptada a todos los gustos, sin perder de vista los aromas y las bodegas «de nuestra tierra». «Hacemos un producto de aquí, potenciamos la esencia de lo que tenemos».