Asenjo: «Que anadie le falte elpan y el trabajo»

SEVILLA- Los organizadores de la procesión extraordinaria de la Virgen de los Reyes se empeñaron en que todo fuera diferente a la salida que realiza la patrona cada 15 de agosto. Desde las representaciones de las hermandades de Gloria hasta los rezos, que se siguieron a través de la megafonía. Al llegar al compás de la Puerta de Palos, la patrona quedó mirando al pueblo y el arzobispo, Juan José Asenjo, renovó las promesas bautismales. Micrófono en mano –y con algún que otro problema técnico, ya que el volumen era demasiado bajo– el prelado realizó una reflexión final en la que no se olvidó de los que sufren. «Que a nadie le falte el pan y el trabajo», proclamó, no sin antes pedir que los frutos de esta salida extraordinaria se apliquen «a los que padecen el drama del paro, especialmente en estos momentos de crisis económica». Asenjo situó a la Virgen de los Reyes en el «corazón de los sevillanos» y calificó esta salida de «espléndida demostración de fe y amor a Nuestra Señora». Por ello, subrayó que durante este rezo público, que se prolongó durante dos horas, «también hemos contemplado el rostro de Cristo», por lo que «esta contemplación cálida ha servido para fortalecer nuestra fe». El arzobispo también aprovechó la ocasión para reivindicar públicamente el rezo del santo rosario. Durante la procesión, numerosas personas fueron repitiendo las letanías, dictadas a través de la megafonía. También numerosos fieles portaron en sus manos rosarios para seguir el acto. «Es una devoción que no ha pasado de moda», defendió, al tiempo que recordó que «lo rezan jóvenes y adultos, no requiere libros litúrgicos y se puede rezar cuando vamos paseando, en el coche o en el autobús». E insistió: «Es una devoción relajante y tranquilizadora. Rezar el rosario es un camino indiscutible de fidelidad a la virgen».