Medio Ambiente

Avisan a la Defensora de que el plan de Gas Natural para Doñana viola la Constitución

Greenpeace eleva una queja a Becerril para que se revise la evaluación ambiental del proyecto

Greenpeace sostiene que «Marismas» supone un «grave riesgo» para el parque
Greenpeace sostiene que «Marismas» supone un «grave riesgo» para el parquelarazon

Greenpeace eleva una queja a Becerril para que se revise la evaluación ambiental del proyecto

Los miembros de Greenpeace están convencidos de que los planes de Gas Natural-Fenosa para Doñana no tendrán coste cero y creen que el proyecto «Marismas», dividido en cuatro subplanes –«Marismas Occidental», «Marismas Oriental», «Saladillo» y «Aznalcázar»–, «vulnera el artículo 45 de la Constitución española, que es un principio rector de la política social y económica que obliga a la protección del medio ambiente», por lo que han presentado una queja con una destinataria: la Defensora del Pueblo estatal, Soledad Becerril. A ella le piden que inste a los gobiernos central y autonómico a revisar la evaluación de impacto ambiental (DIA) de «todos los proyectos» y ajustarla a «la normativa y exigencias actuales», lo que, a su entender, debería suponer «la negativa» al plan y la «paralización» de «Marismas Occidental», que ya ha arrancado, según confirmó ayer a LA RAZÓN, Julio Barea, uno de los portavoces de la organización.

A Becerril le han explicado que desde hace décadas se conceden «permisos para hidrocarburos» en una zona que es un «polvorín sísmico» y que incluye las provincias de Sevilla y Huelva, a lo largo del trazado del río Guadalquivir, y el golfo de Cádiz. Le han trasladado también que las administraciones responsables de dar y controlar esas explotaciones a veces han cerrado un ojo ante sus propias reglas y que «no ofrecen información pública sobre las actividades, resultados o incidencias ocurridas en las mismas, amparándose en las cláusulas de confidencialidad de las empresas de hidrocarburos», condensa Barea. Y suma otro elemento: «El enorme y contundente rechazo social» que han generado las intenciones de Gas Natural.