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Carlos Rubio: «Málaga ha vivido de espaldas a su puerto demasiados años»

Carlos Rubio, presidente de la Autoridad portuaria de Málaga / Foto: La Razón
Carlos Rubio, presidente de la Autoridad portuaria de Málaga / Foto: La Razónlarazon

El nuevo presidente de la Autoridad portuaria de Málaga plantea culminar la integración puerto- ciudad.

¿Con qué retos asume el cargo?

Con mucha ilusión, porque todo el mundo ve el puerto como algo integrado en la ciudad, pero se desconoce el día a día, la ingente actividad que en sus instalaciones se desarrolla cada día. Por tanto, me toca empezar a trabajar para que el impacto que el Puerto produce en la ciudad sea cada vez mejor, y contribuya a que redunde en beneficio de todos los ciudadanos de Málaga y su área de influencia hacia otras provincias como Cádiz, Córdoba o Jaén.

¿Qué cifras de empleo y volumen de negocio genera el Puerto?

Dependientes de la Autoridad Portuaria son unas 160 personas pero para hacerse una idea de la dimensión, de lo que representa el puerto, hay un estudio de la Universidad de Economía que revela que la actividad inducida es de más de 5.000 empleos y una producción que supera ampliamente los 300 millones de euros. Habida cuenta de que ese estudio data del año 2014, las cifras sin ningún género de dudas habrán crecido de forma notable.

Partiendo de esas magnitudes ¿cómo se abordan los retos a los que ha de hacer frente?

Existen dos vertientes diferenciadas: la más visible, la más notable, las actuaciones de la alianza puerto-ciudad. Todos sabemos que el puerto tiene una larga línea de conexión con la ciudad y una gran parte ya se ha abierto, visible en la gran actividad del muelle 1 y 2, pero queda mucho por hacer. Málaga ha vivido demasiados años de espaldas a su puerto. En cuanto a la propia actividad portuaria, los puertos hoy en día han de competir en redes logísticas mundiales; aquellos tráficos muy locales vinculados a la zona de actuación están obsoletos. Hoy en día hay grandes operadores logísticos, que manejan miles de toneladas de mercancías donde pequeñas decisiones de ellos pueden alterar radicalmente la actuación de un puerto. Tenemos que trabajar para atraer su actividad, máxime ante la feroz competencia de otros puertos como el de Algeciras, que comparado con el nuestro es un monstruo. Tenemos que trabajar y trabajar para no quedarnos atrás y seguir generando actividad y valor añadido.

¿Cómo estamos con respecto a otros puertos de la franja mediterránea?

Hay tres grande ciudades en el Mediterráneo: Barcelona, Valencia, y Málaga. Es interesante hacer una reflexión. Las dos primeras tienen grandísimos puertos vinculados a un desarrollo industrial muy potente y sin embargo Málaga no. No se corresponde con ese modelo. Por tanto hay que trabajar en esa línea, y conseguir que el desarrollo industrial y el puerto vayan de la mano.

En cuanto al ámbito de los cruceros, se ha superado la cifra histórica de 500.000 cruceristas al año. ¿Hay margen para seguir creciendo?

Por supuesto. A poco que gasten esos turistas, dejan un gran impacto en la ciudad. Siempre hay que buscar ir a más y crecer. Estamos además en un sector muy competitivo. En cualquier caso tenemos capacidad hasta para acoger la cifra del millón de cruceristas. Y para ello, y de la mano de todas las instituciones, Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía constituimos una oferta única que desplegamos en las ferias de promoción más importantes del mundo.

Meses atrás, el Ayuntamiento de Málaga aprobó la modificación del plan especial para propiciar el polémico rascacielos: un hotel de lujo de 150 metros de altura en el Dique de Levante. ¿Qué va a suponer su construcción?

Todo lo que sea aportar nuevas infraestructuras que mejoren la oferta hotelera de Málaga, que creen espacios singulares –de los que no está sobrada Málaga–es más que positivo. A partir de ahí, y pese a sus detractores, debemos buscar el máximo consenso en torno a este proyecto, a sabiendas de que el consenso total no existe, es imposible, en casi cualquier proyecto que se plantee en la ciudad.

¿Qué va a pasar con la polémica noria del Puerto?

Es curioso. Fue polémica su instalación y ahora es polémica su situación y necesidad de ser desinstalada. La noria en sus dos patas invade una zona que no ha de invadir, y se le ha comunicado a la concesionaria –Mederyt–, y se está a la búsqueda de soluciones técnicas. Es por tanto necesario desmontarla y esperar que el concesionario vuelva a presentar una solicitud para instalarla una vez adaptada a las necesidades. De momento, va a desaparecer, pero regresará una vez que garantice perfectamente la seguridad requerida. Los empresarios turísticos son partidarios de que la noria siga: ha sido un elemento icónico y ha sido positivo para la ciudad, por tanto no ha lugar plantear su desaparición.