Como Pantoja por su casa

Antes de dar contenido al titular quiero hacerles llegar dos pequeñas anécdotas, llenas de osadía, cinismo, ingenio y algo de procacidad. Ambas pertenecen a la lectura de publicaciones del sábado. Decididamente es más fácil encontrar estas especies de agitadores de páginas que rosas en el mar. La primera de estas perlas, en este caso auténtica, australiana pura, la protagoniza el magnífico actor, además de productor, director y «hacedor» de muchos proyectos artísticos – incluso políticos– George Clooney. A semejante personaje al que se le pueden hacer millones de preguntas de interés le piden que confirme que se ha sometido a una operación para quitarse arrugas del contorno de los ojos. La gran estrella, molesto, contesta con indudable ingenio y algo de procacidad: «No me he retocado los ojos, pero en lo que he gastado mucho dinero es en hacerme un 'lifting' en los testículos. No me gusta tener arrugas ahí abajo». La noticia no aclara si el reportero que hizo la pregunta se suicidó allí mismo o simplemente ha dejado la profesión y está en un retiro tibetano. La segunda perla, en este caso más falsa que el mismísimo Judas, la interpreta Francisco Granados. Sobre el «caso Cifuentes», sin pudor, se acoge a una frase que parece sacada de un película de Sergio Leone: «Si buscas venganza cava dos fosas» y remata con una sentencia que es una especie de cóctel a base de osadía y cinismo. «Creo que cualquier persona de bien no se puede alegrar con las imágenes que hemos visto estos días». Doy por hecho que Granados se incluye entre las personas de bien. Convendría recordarle que en una de sus comparecencias en los tribunales no tuvo empacho en declarar a la prensa que la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, como todo el mundo sabía, había tenido un lío con su antecesor en el cargo, Ignacio González. Supongo que al decir que todo el mundo lo sabía se refería a los que a la hora de la venganza cavan dos tumbas y no a las personas de bien.

Volvamos al titular, Isabel Pantoja. Todas sus exclusivas las ha hecho con la revista ¡Hola! Las razones: es la que más paga y la que vende más ejemplares. En su caso, se difunde en medio mundo donde su fuerza y popularidad es altísima. Además cuenta con un equipo técnico y artístico magnífico, por lo cual sabes que tu imagen va a estar espléndida. Desde que la artista estuvo en libertad, todas las semanas se daba por hecho que aparecerían las primeras declaraciones y fotos de Isabel en una exclusiva arrolladora. Muchas y muchos aseguraban en las tertulias televisivas la inmediata salida del gran reportaje, la cifra astronómica que la publicación pagaba, quien había hecho el vestuario, quien era el fotógrafo... Pero los meses pasaron sin que se produjera el suceso y sin que nadie pidiera perdón por sus afirmaciones. Han tenido que pasar dos años y casi tres meses para que, por fin, Isabel Pantoja aparezca en la portada de ¡Hola! en rigurosa exclusiva. Es cierto que en agosto se produjo la que fue sin duda la foto del verano. La cantaora aparecía en Ibiza, en alta mar, sobre una lancha con una pose prácticamente igual a la de la princesa de Gales –también en agosto y pocos días antes de su muerte–. Oficialmente fue un posado robado sin que la artista estuviera al tanto. Este extremo se discutió durante semanas en todos los medios. Viendo el cuidado con que las imágenes fueron tomadas y artísticamente retocadas, pudiera pensarse que más que robado, el reportaje del verano fue pactado. Pero lo cierto y verdad es que esta vez está todo claro. Isabel posa feliz y bella con sus dos nietas en el día del bautizo de Carlota, la segunda hija de Kiko e Irene. En el interior, aunque hay fotos juntos, se podría decir que hay dos reportajes: el de Isabel y el de su hijo y nuera, resaltando en ambos las niñas. Tanto es así que el fotógrafo del posado es Andrea Savini –una estrella de estos menesteres–- y las de la iglesia y celebración son de otros profesionales. Es indudable que la presencia del posado y las declaraciones de Pantoja hacen que esta exclusiva sea de oro. Ya ha comenzado la discusión de cómo se hará el reparto. Como madre e hijo son artistas, conocen perfectamente que como en cualquier espectáculo, la estrella se lleva la mejor parte y los secundarios bastante menos.