Critican la reelección de Carbonero al frente de CC OO-A junto a un imputado

sevilla- El 21 por ciento de los delegados que votaron ayer en el XI Congreso de CC OO-A, que se celebra en Sevilla, no apoyaron el informe general definitivo que presentó el secretario general del sindicato, Francisco Carbonero. En concreto, el 18 lo rechazó y el tres por ciento se abstuvo. Entre ellos existe quien acusa cierto «malestar» y optó por no secundar la gestión del líder.

¿Qué ha provocado esa situación? Fuentes consultas por LA RAZÓN, aportan pistas: «El número dos de la candidatura de Carbonero es un imputado en una causa judicial. Debería estar fuera de la organización, hasta que la Justicia aclare las cosas», lanzan. Aluden al secretario de Organización y Finanzas de la central sindical, Miguel Ángel Soto Cubero, a quien el titular del juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla ha vinculado – junto a la ex directora general de Seguridad y Salud Laboral de la Junta, Esther Azorit Jiménez–, a delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y falsedad en documento oficial por irregularidades detectadas en dos subvenciones de 600.000 y 400.000 euros concedidas al sindicato, cuyo destino no fue el previsto. De hecho, el dinero estaba incluido en una partida para «sensibilización de riesgos laborales» y se utilizó, presuntamente y entre otras cuestiones, a la contratación de charangas.

Pero hay más. Según relatan las mismas fuentes, el XI Congreso que concluirá mañana estaba previsto celebrarse «a priori» el «22, 23 y 24» de este mes, si bien, «se ha adelantado un día».

La causa del acomodo de la agenda, sostienen, está también ligada al mencionado juzgado de Instrucción. El magistrado ha llamado a declarar a Soto Cubero mañana, jueves 24, lo que implica que, de mantenerse el calendario previsto, el sindicalista tendría que haberse ausentado del cónclave para atender la citación judicial. Cabe recordar, que la Fiscalía ha pedido que, además de la toma de declaración a los dos imputados, se realizara una prueba pericial para «determinar» el supuesto «menoscabo» de los fondos públicos. A ello se sumarían denuncias como la realizada por este periódico sobre la entrega por parte del sindicato de 76.250 euros a la Fundación Andaluza para el Desarrollo del Transporte (Fadetrans) en calidad de anticipos «sin documentar», de la que Soto Cubero tendría constancia.

Para un sector de CC OO, Carbonero «ha perdido la oportunidad de desvincularse de la corrupción y del escándalo mediático». «Nos sabemos –dicen– qué presiones habrá sufrido para no hacerlo», deslizan. Con todo, resultó reelegido secretario general con el 70,25% de los votos emitidos, pese a perder más de 40 con respecto a los avales que tenía.