Andalucía

Díaz enfrenta la campaña del 20-D impulsada por el CIS

Confirma el granero de votos andaluz para el PSOE y recentra las miradas en la socialista ante la previsible «marejada» interna

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ayer en la sesión del Parlamento en la que se aprobaron las cuentas para 2016
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ayer en la sesión del Parlamento en la que se aprobaron las cuentas para 2016larazon

Confirma el granero de votos andaluz para el PSOE y recentra las miradas en la socialista ante la previsible «marejada» interna

En tiempos gaseosos, las encuestas pierden valor. Pero dentro de esa volatilidad, la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sigue siendo de referencia y de múltiples lecturas. La que se conoció ayer sirve a la secretaria general de los socialistas andaluces y presidenta de la Junta, Susana Díaz, para encarar la campaña con la fortaleza de que en la comunidad en la que están en liza 61 de los 350 escaños del Congreso, «el PSOE-A tiene un margen grande por delante del PP-A, C’s y Podemos», en palabras de Díaz. De hecho, según el CIS, su partido ganaría las elecciones generales del día 20 (20D) con entre 21 y 25 escaños, un resultado similar al de 2011 con Griñán al timón, pero con más actores en escena. Al PSOE le seguiría el PP, con entre 19 y 21 parlamentarios, 12 menos que las anteriores generales; Ciudadanos, que se situaría entre los 11 y 14 diputados; Podemos que lograría cinco e IU que solo sentaría a un diputado. Por provincias, los socialistas vencerían en Sevilla, Málaga y Jaén, con hasta cinco, cuatro y tres escaños, respectivamente; y empatarían con el PP en Huelva, Granada, Córdoba, y Cádiz, con dos, entre dos y tres, dos y tres, por el mismo orden. Sólo en Almería, el PP sería primera fuerza, pudiendo alcanzar hasta tres representantes.

Un nuevo triunfo electoral de Díaz, que se sumaría a la de las autonómicas que la convirtieron en la primera mujer en ponerse a los mandos de San Telmo y a la de las últimas municipales, afianzaría sin duda su posición dentro de un PSOE nacional «desmotivado». A ese aval suma que, como la propia Díaz reseñó ayer en su perfil de Twitter, con más o menos ruido de rodillo, «Andalucía es la primera CC AA –comunidad autónoma– con presupuestos para 2016. Unas cuentas para crear empleo, mejorar servicios públicos y recuperar derechos», según defendió.

Fuentes del partido no dudan de que, si el candidato y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, no consigue unos buenos resultados –el CIS le otorga entre 77 y 89 escaños–, «en el PSOE habrá marejada». Recuerdan que la federación andaluza ya advirtió al anterior secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, de que «no se puede gobernar con menos de un cuarto de los votos». Si el PSOE se sigue comportando como un pescador en mar espeso, si no achica en los 15 días de campaña distancias con sus rivales, la presión arreciará contra el líder y las miradas se centrarán aún más en los galones de la dirigente andaluza. «Eso lo sabe todo el mundo», sentencian otras fuentes que no descartan que, en el proceso de relevo «haya un paso intermedio en el que intervenga una gestora». Futuribles al margen, los populares de Juanma Moreno aspiran desde el histórico granero de votos socialistas, a ser el «resorte definitivo», los que «más diputados aporten», para que Mariano Rajoy pueda revalidar la Presidencia del Gobierno. Así lo expresó su vicesecretaria de Organización, Patricia Navarro, horas antes de que el presidente interviniera junto a Moreno en la pegada de carteles en Málaga, plaza elegida también por Díaz para el arranque, pero sin Sánchez. Y pese a la posición ventajosa que el PSOE atesora en la región más poblada del país, lo cierto es que las generales de hace cuatro años se saldaron con una victoria del PP-A, que aportó a Rajoy 33 diputados, relegando a los socialistas, con ocho menos, al segundo lugar.