Sevilla

Díaz no pone fecha a la recuperación de las pagas extra

La Razón
La RazónLa Razón

Para intentar calmar el descontento existente entre los funcionarios, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se comprometió ayer a recuperar los complementos de las pagas extra de este colectivo, aunque no fijó una fecha concreta para materializar esta medida. En su intervención en el Congreso Extraordinario del PSOE de Sevilla, Díaz tan sólo aseguró que se efectuará «cuando haya capacidad en las arcas de la Junta» y éstas «lo permitan». Un horizonte difuso que no apacigua el malestar entre los empleados públicos.

Díaz subrayó que, «de nuevo», el Gobierno andaluz ha pedido un «esfuerzo adicional» a los funcionarios, que «ahora se sacrifican para salvar desde su solidaridad el empleo de 30.000 hombres y mujeres». La supresión de los complementos de las pagas extra de verano y diciembre a los funcionarios es una medida recogida en el Plan de Reequilibrio Económico-Financiero y que afectaba, en principio, a los ejercicios de 2012 y 2013. De esta manera, se incumple el plazo de dos años dado por el Gobierno andaluz.

La presidenta de la Junta quiso hacer hincapié en lo «excepcional» de esta prórroga y en las «dificultades» que ha encontrado el Ejecutivo a la hora de cerrar los Presupuestos para el año que viene, «más allá de lo que nadie puede imaginar». En este punto, señaló que las cuentas tienen dos prioridades, «el empleo y las personas», además de «ofrecer estabilidad a este Gobierno». «Son unos Presupuestos que blindan la educación, la sanidad y la atención a los dependientes», este último ámbito defendido por los socialistas «a pulmón».

Sobre las críticas de los populares, que aseguraron que la Junta incrementará la presión fiscal a través de una subida de impuestos, Díaz reprochó al PP que «dificulta y crea sombras constantemente». «Desde la Junta apostamos por dar confianza, seguridad jurídica y atraer la inversión», insistió.

El «objetivo» del Gobierno andaluz en estos momentos es, tal y como apuntó, «estrechar la brecha de la desigualdad». Una «herencia que va a dejar el Gobierno de Mariano Rajoy al final de esta legislatura».