«¿Dos documentos de la perdedora es lo que la CHG tiene de Aznalcóllar?»

Tres. Ése es el número de veces que la titular del juzgado de Instrucción número 3 de Sevilla, Patricia Fernández, quien investiga la concesión del yacimiento minero de Aznalcóllar (Sevilla) a la agrupación Grupo México-Minorbis, ha reclamado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) informes vinculados al ciclo del agua de la mina. La magistrada libró primero un oficio fechado el 22 de mayo, que recordó el 3 de julio para finalmente reclamar vía auto a la Confederación la documentación «con carácter urgente» el pasado 22 de septiembre.

La jueza demandó a CHG que informara al juzgado «sobre los términos del informe de compatibilidad con la planificación hidrológica» del organismo, emitido acerca de la propuesta que «en materia de balsas de agua de contacto, filtraciones y regulación, identificación de entradas y salidas y calidad de las aguas se hizo a propósito» del proyecto formulado por Emerita Resources España, la perdedora del concurso de adjudicación de Aznalcóllar.

Y había más. La instructora quería conocer también «cuantos informes se hubieran elaborado a propuesta de la Administración o los licitadores» con relación a la explotación minera. ¿Todo ello para qué? Para evaluar «la corrección de las valoraciones efectuadas en los apartados de identificación de entradas y salidas, la calidad de las aguas, la capacidad de tratamiento» de éstas, la de «descarga de las balsas» y los «resguardos de seguridad».

La Confederación ha movido ficha más de cuatro meses después y el 29 de septiembre remitió al órgano judicial una copia de dos documentos. ¿Cuáles? Un informe de tres páginas datado el 9 de diciembre de 2014 relativo a una consulta de compatibilidad planteada por Emerita y otro folio que contiene el oficio del área de Planificación Hidrológica del organismo del día siguiente, mediante el que se remite el anterior a Emerita. Fuentes del caso critican que la CHG «no sólo no tenga diligencia en remitir los papeles que le pide el juzgado, sino que además no conteste a lo que se le exige». «¿O es que dos documentos de la empresa perdedora del concurso es toda la documentación que la Confederación Hidrológica del Guadalquivir tiene sobre la gestión hidrídica del complejo minero de Aznalcóllar?», se preguntan.