Educación

Educación vuelve a arrastrar impagos millonarios en los centros de infantil

La deuda acumulada en apenas tres meses ronda los cuatro millones de euros, según las patronales. Escuelas Unidas y CEI advierten del «caos» que está suponiendo la nueva gestión impuesta por la Junta

Los retrasos de la Consejería han llevado a las escuelas infantiles a protagonizar protestas con anterioridad
Los retrasos de la Consejería han llevado a las escuelas infantiles a protagonizar protestas con anterioridadlarazon

La relación de los centros de primer ciclo de educación infantil con la Consejería continúa torciéndose. Superado el varapalo inicial de que se aprobara un nuevo decreto sin contar con las patronales –sostienen el 80% de las escuelas de 0 a 3 años–, la Junta les recibió en la apertura del curso anunciando que no les pagaría la cuota compensatoria por el cierre en agosto, que venía abonándose desde hace cinco años. La siguiente «sorpresa» ha atacado también a los ingresos de unos centros que se financian mayoritariamente a través del conveniopúblico: si no cobran, difícilmente pueden afrontar su día a día. En solo tres meses, la Junta les debe casi cuatro millones de euros. Así lo denuncian a LA RAZÓN la Asociación de Escuelas Infantiles y la Coordinadora de Escuelas Infantiles (CEI). Calculan que un 10% de los centros con convenio están afectados por este «retraso intolerable».

«Este modelo va a ser el caos o la muerte de la Educación Infantil de primer ciclo en Andalucía», avanza Rosario de la Peña, presidenta de la CEI en la comunidad. Para la portavoz de Escuelas Infantiles Unidas, Maribel Uncala, «los centros nos convertimos en financiera de la Junta de Andalucía, un hecho que no nos podemos permitir, y que causa un grave perjuicio y una situación, que de no solucionarse, pone en peligro muchos puestos de trabajo».

La Agencia Pública de Educación, responsable de los pagos, aduce «fallos informáticos» para justificarse. «Hay casos en los que no han pagado nada desde octubre. Están reteniendo el dinero de manera injusta. Han tenido tiempo más que suficiente para adaptarse al nuevo modelo que ellos mismos han impuesto», recuerda De la Peña. Sí saben que hasta enero al menos no cobrarán las bonificaciones por los niños admitidos en la primera convocatoria extraordinaria, la de septiembre, cuando se incorporaron 4.500 alumnos. Sobre el resto de las cantidades adeudadas ambas patronales confirman que no han recibido información al respecto. «Sólo que se irá pagando conforme vayan solventando las incidencias», explican. «Muchas escuelas lo están pasando francamente mal y solo es producto de la mala gestión pública. Este modelo no se adapta a las necesidades de las familias ni sirve para conciliar, el de antes era más flexible. Lo han cambiado solo para ahorrarse una partida presupuestaria –se queja De la Peña–. Estamos muy descontentos». Desde la CEI también advierten de que «las familias señalan que si no hay una ayuda no pueden hacer frente» a los 279 euros que cuesta al mes escolarizar a sus hijos.

Escuelas Infantiles Unidas reconoce, por su parte, que en los dos últimos años Educación «solventó sus compromisos de manera eficaz. Pero no se puede soportar esta deuda en tan poco tiempo de curso escolar». Los incumplimientos reiterados retrotraen a 2012, cuando el sector se echó a la calle ante la asfixiante situación económica en la que estaban, estancados por una demora crónica que temen vuelva a repetirse. La única explicación que han recibido por parte de la Agencia pública de Educación es que todas las disfunciones se achacan a «fallos informáticos». «Eso no puede ser la causa de graves perjuicios económicos en los centros. El 85% de nuestros ingresos provienen de la Junta, con lo que cualquier retraso pone muchas cosas en riesgo», según Uncala, que ve peligrar la subsistencia de muchas escuelas y la calidad de la atención si no se corrige el desfase.