El Consistorio sevillano reactiva la peatonalización de la calle Betis

La concejal Carmen Castreño aboga por ejecutarla por plazos y tramos

El meridiano del primer mandato de Juan Espadas como alcalde de Sevilla se acerca sin que su Gobierno local socialista se signifique por hechos palpables. Muchos más anuncios que realidades, para una capital anclada en los tópicos. Así, y a la espera de un cacareado plan de movilidad que no llega –el proceso de adjudicación acumula cuatro meses de retraso–, el Consistorio hispalense ha reactivado la peatonalización de la calle Betis, una de las vías de referencia de la ciudad a nivel turístico por su proximidad al río y que no ha terminado de concretarse en las anteriores ocasiones en las que ha sido objeto de debate, principalmente entre los vecinos trianeros.

Carmen Castreño, delegada del distrito Triana, reconoce abiertamente que el cierre del tráfico en la popular calle «está en la mente de todos». Bajo su punto de vista, se trata de una actuación en el barrio que «ocupa un lugar preeminente» y aboga por empezar por partes esa peatonalización.

El proyecto parte de la plataforma «Triana te quiere», de la que forman parte vecinos, comerciantes, hosteleros y otros colectivos del barrio. Prohibir el tráfico rodado en la calle Betis contribuiría a la revitalización de la zona y reforzaría la apuesta por la cultura y el ocio. El distrito trianero ha creado una comisión para evaluar la ejecución de esta peatonalización.

Existe consenso a la hora de decidir que se produzca en distintas fases y tramos. De hecho, habría aspectos que solventar, como el acceso al colegio Cristo Rey. Un primer corte se produciría entre la plaza del Altozano y las calles Torrijos y Troya, aunque también existen voces discrepantes, sobre todo los vecinos y comerciantes de la calle Pureza, que precisamente solicitan que sea ésta la vía peatonalizada.

Juan Espadas anunció al llegar a la Alcaldía una apuesta por «micropeatonalizaciones» en los barrios de la que poco o nada se sabe. Su antecesor en el cargo, el popular Juan Ignacio Zoido, también tuvo en estudio una reordenación del tráfico en Triana con el objetivo de mejorar el tránsito y proteger el entorno de Santa Ana. La idea era que Pureza, Antillano Campos, Alfarería o Rodrigo de Triana estuvieran total o parcialmente peatonalizadas, pero no se llevó a efecto.

La intervención en la calle San Jacinto –de la época de Sánchez Monteseirín– ha terminado teniendo un impacto positivo para la ciudad.