Sevilla

El pabellón de la Energía, una ventana al futuro

Endesa –entonces Sevillana de Electricidad– organizó los contenidos de este edificio de la Expo’92, por el que pasaron 1.800.000 visitantes

Pabellón de la Energía de la Expo’92, en el que se mostraban los últimos avances en materia energética
Pabellón de la Energía de la Expo’92, en el que se mostraban los últimos avances en materia energéticalarazon

Endesa –entonces Sevillana de Electricidad– no sólo fue la encargada de crear las infraestructuras necesarias para garantizar el suministro eléctrico a la Isla de la Cartuja, que albergaba la Expo’92. También tuvo un papel crucial en uno de los pabellones más reconocidos y emblemáticos de la muestra: el de la Energía. El complejo tenía como objetivo dar a conocer de forma didáctica el mundo de la energía. Para lograr esta difícil misión se creó una Unión Temporal de Empresas de la Energía (UTE), integrada por tres grupos energéticos: Unesa, que agrupaba a todas las sociedades eléctricas españolas que contaban con un 47,5% del capital de la Unión; las empresas del sector nacional del petróleo, integradas en Aserpetrol, con la misma proporción de capital; y Sedigas, sociedades explotadoras de gas que participaban con un 5%.

Esta UTE se constituyó con el fin de «señalar la misión social que cumplen las empresas de la energía, disponer dentro del recinto de la Expo’92 de una sede para todas las personas relacionadas con el sector y colaborar con el gran proyecto que era la Exposición Universal de Sevilla». Es así como Sevillana de Electricidad (Endesa) adopta un papel crucial en el desarrollo del pabellón de la Energía, liderando el proyecto a través de su filial Nuinsa, creada expresamente para organizar todo el contenido del pabellón. Precisamente, el director de Nuinsa, Manuel Ángel Martín López, fue nombrado director del pabellón.

Los arquitectos Martorell, Bhoigas y Mackay llevaron a cabo la construcción del edificio, que se situaba dentro de la plaza del Futuro, junto a los pabellones de la Telecomunicación, del Medio Ambiente y del Universo. En manos del equipo de Nuinsa (Endesa) estaba el reparto de los contenidos se iban a mostrar dentro del pabellón. Para ello tuvieron que viajar por todo el mundo para conocer las últimas novedades en el sector energético. El resultado fue un espacio que ofrecía al visitante contenidos educativos, en soportes hasta entonces nunca vistos, sobre el proceso de producción energética, las dificultades de acumulación y distribución de la energía y la necesidad de un uso más responsable de los recursos.

En el interior del recinto, con una capacidad de 600 personas, los visitantes podían descubrir las primeras pantallas táctiles e interactivas, coches «del futuro» eléctricos, maquetas y proyecciones de cine en 3D y una gran variedad de elementos de tecnología punta en los años noventa que representaban el futuro, nuestro presente.

Entre las curiosidades del pabellón se encontraba, entre tantos proyectos expuestos, uno muy especial y admirado por los visitantes: el camello solar. Este elemento expositivo mostraba una de las formas más interesantes de aprovechamiento de la energía y un ejemplo de «tecnología apropiada». De esta manera, las placas solares suponían una fuente de alimentación para los refrigeradores que conservaban vacunas y medicamentos en su transporte por el desierto.

Además, Sevillana de Electricidad (Endesa) presentó a Sico, un robot de casi 200 kilos y algo más de dos metros de altura que se paseaba por el recinto interactuando con el público, para sorpresa de los visitantes. Sico fue el encargado de recibir a los Reyes cuando visitaron el pabellón.

El de la Energía fue el segundo pabellón más visitado tras el de la Navegación. Además, fue el primero de la plaza del Futuro. En total, 1.800.000 personas conocieron el edificio, con recorridos de 30-40 minutos, un gran volumen de visitas que se vio reflejado positivamente en los medios de comunicación.

“La Expo fue una aventura emocionante”

Rocío Millán, actual directora de Servicios Comerciales de Distribución de Endesa, fue la adjunta al director del pabellón de la Energía de la Expo, por lo que vivió en primera persona la vorágine de aquellos meses que, de alguna manera, transformaron Sevilla.

–Endesa –entonces Sevillana de Electricidad– lideró el desarrollo del pabellón a través de Nuinsa. ¿Cómo fueron los preparativos y cómo se fijaron los criterios expositivos?

–Hicimos algunas visitas a otras exposiciones, parques temáticos, ferias o museos en Estados Unidos, Francia o Reino Unido. En España en ese momento no había experiencia en este sentido, no teníamos «background» porque no se había planteado nunca nada parecido. Era un reto diseñar una exposición que explicara un tema tan arduo como la energía en términos entretenidos y comprensibles para el público objetivo de una Exposición Universal. Y el resultado fue un pabellón rompedor muy a la vanguardia, y que batió records de visitas.

–¿Qué tecnologías se mostraron entonces?

–Como estaban presentes todas las tecnologías energéticas, se pudo ver por primera vez un vehículo eléctrico o comprender a través de una gigantesca máquina de bolas qué es la energía, es decir, que la energía ni se crea ni se destruye, sino que se transforma. También presentamos a Sico, el robot que se acercaba a la gente e interactuaba con ellos para sorpresa del visitante, entre otras muchas novedades.

–¿Qué recuerdos tiene de aquellos meses de la Expo’92?

–Tengo que decir que fue una aventura emocionante. Era como viajar por el mundo sin salir de casa. Los meses previos a la apertura de la Expo fueron muy estresantes, porque todo tenía que estar perfecto. Una vez que abrió sus puertas sólo tengo palabras de elogio, porque el ambiente que había era muy bueno, todo el mundo tenía muchas ganas de que todo saliera bien. Pero quizá los recuerdos que me han marcado fueron las visitas que recibimos. Recuerdo a la Reina Sofía, que nos visitó y me llamó la atención que preguntaba con curiosidad por todo lo que se encontraba. También vino Carlos Sainz e Indurain, que eran y siguen siendo grandes ídolos de masas.

–¿Se aplicaron las tecnologías que se mostraron al día a día de la empresa posteriormente?

–Bueno, el coche eléctrico es una realidad hoy y los robots son algo a lo que estamos acostumbrados, así que sí. Se puede decir que el pabellón de la Energía presentó a Sevilla y al mundo lo más novedoso de aquel entonces.