Junta de Andalucía

El paso atrás de la Junta no resta poder de convocatoria a «Spiriman»

En torno a 3.000 personas salen a la calle en Granada para avisar de que vigilarán que se cumpla el compromiso de los dos hospitales

El médico Jesús Candel, conocido ya como «Spiriman», en la protesta sanitaria de ayer en Granada
El médico Jesús Candel, conocido ya como «Spiriman», en la protesta sanitaria de ayer en Granadalarazon

En torno a 3.000 personas salen a la calle en Granada para avisar de que vigilarán que se cumpla el compromiso de los dos hospitales

Esta vez, la de ayer en Granada, era la protesta sanitaria del «por si acaso –la Junta no cumple–», y si de algo sirvió fue para volver a evidenciar el poder de convocatoria del médico Jesús Candel, «Spiriman» en corto y para los titulares. Entre 2.500 y 3.000 personas, según las cifras manejadas por la Subdelegación del Gobierno y por la Policía, salieron por cuarta vez a la calle para tomar el entorno de la Fuente de las Batallas de la capital granadina y «celebrar» la inclusión en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) del pasado lunes de la derogación de la polémica fusión hospitalaria impulsada por el Gobierno autonómico.

Armado con su palo «selfie», el doctor dejó de manifiesto de nuevo en las redes sociales que cuenta con un ejército combativo de seguidores que lo arroparon voceando consignas como «Jesús, amigo, Granada está contigo», entre los que se movía con su teléfono al grito de «ahora voy para allá». Coros aparte, el propio «Spiriman» admitió que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y el Ejecutivo regional han dado muestras de una «predisposición total» para lograr que la ciudad cuente con dos hospitales completos en un plazo máximo de seis meses. No descartó incluso que fuera antes, siempre y cuando no se produzcan «fisuras». Unas grietas divisorias que, en opinión de Candel, podrían provenir de los «ideólogos» de la reordenación sanitaria en sus distintos niveles.

Los miembros de los colectivos «Granada por su salud» y de la plataforma de trabajadores de los hospitales comparten ese temor y fuentes del primero explicaron a este periódico que aún existe la necesidad de demostrar que hay quien mantendrá «una actitud activa» y «vigilante» para garantizar que se materializa lo reivindicado. Con la vista puesta en ese objetivo, las mismas fuentes abogaron por que los profesionales sumen de forma conjunta en la nueva etapa que se ha abierto gracias a la presión ciudadana, sin intentar encajar «elementos» que «no cuadren» con la nueva normativa que regulará el mapa sanitario a poner en pie. Desde estas plataformas negaron, con todo, que, de momento, haya un clima de división en las negociaciones abiertas con la Consejería de Salud, capitaneada por Aquilino Alonso, con el fin de definir la nueva situación. Si bien urgieron a contar «en el plazo de tiempo más breve posible» con dos equipos directivos para trabajar con ellos.

El carácter más lúdico que en otras ocasiones de la marcha no impidió que Candel pidiera dimisiones: las de los mencionados «ideólogos» de la reordenación frustrada y la de sus «colaboradores necesarios». Hubo también espacio para la recogida de fondos. En una de las entradas de la plaza se instalaron dos carpas en las que, según recogieron las agencias, los interesados podían hacerse socios y colaborar económicamente con la Fundación Spiribol y la Asociación Justicia por la Sanidad, ambas impulsadas por Candel. Con la última en concreto, pretende lleva, ante la Justicia, según anunció, casos ligados a los recortes sanitarios. Por un euro se podían adquirir camisetas, chapas, pulseras o pancartas. “Merchandising” para la “lucha”.