Vacaciones

El turismo rural sigue de moda

Los alojamientos extrahoteleros andaluces crecen en ocupación en un atípico mes de enero casi un 15%. Encontrar casas disponibles resulta incluso complicado

Vista del Castillo de La Calahorra
Vista del Castillo de La Calahorralarazon

Los alojamientos extrahoteleros de Andalucía –apartamentos, campamentos, albergues y alojamientos de turismo rural– han registrado durante el pasado mes de enero un total de 642.829 pernoctaciones, lo que supone un aumento del 14,7 por ciento con respecto al mismo periodo del pasado año y los viajeros, 132.744, se incrementaron un 20,44 por ciento.

En total, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), llegaron a los camping andaluces en enero un total de 23.987 viajeros, frente a los 23.216 del mismo mes del pasado año, lo que supone un aumento del 3,3 por ciento, mientras que las estancias se situaron en 198.087, un 5,4 por ciento más.

En cuanto a los apartamentos turísticos, sumaron el pasado mes de enero 92.967 viajeros frente a los 73.442 viajeros del mismo mes del pasado año, un 26,1 por ciento más; mientras que las estancias se incrementaron, concretamente un 18 por ciento, con un total de 401.166 frente a las 339.822 del mismo mes en el pasado año.

Por su parte, los alojamientos de turismo rural registraron en enero 10.741 viajeros, un 33,8 por ciento más que en enero de 2014; y las pernoctaciones fueron 34.508, un 54,8 por ciento más.

En cuanto a los albergues, este pasado mes de enero registraron 5.049 viajeros, un 5,9 por ciento menos que en enero de 2015, y las pernoctaciones cayeron un 11,1 por ciento, de 10.206 a 9.068.

El turismo rural se ha convertido en unas de las principales opciones para los meses de otoño-invierno. Incluso resulta complicado encontrar casas de este tipo libres los fines de semana y mucho más en puentes como el que acabamos de disfrutar en Andalucía con el día de la comunidad. Las limitaciones de Nochevieja y Navidad se han ido ampliando y este año, un invierno especialmente cálido, ha contribuido a multiplicar la demanda. Familias enteras optan por pasar unos días rodeado de naturaleza y alejadas de los humos y problemas que nos rodean a diario.

La proximidad de la Semana Santa también invita a que las cifras de los alojamientos extrahoteleres sigan creciendo. Este año se adelanta mucho en el calendario, lo que puede hacer prematura la elección de la costa-playa, el destino preferido de los españoles. Un estudio indica que ocho de cada diez destinos preferidos por los viajeros nacionales son ciudades de costa a las que se suman Madrid y Sevilla.

Para los que se decantan por el turismo de interior, Madrid y Sevilla se erigen como los destinos favoritos. Desde solo 78 euros, los viajeros pueden volar a Madrid mientras que los que prefieran vivir la auténtica tradición de la Semana Santa sevillana, pueden volar a la ciudad hispalense desde 149 euros.

Sevilla presume de un enero histórico

Sevilla cerró enero con 159.066 viajeros alojados en los establecimientos hoteleros de la ciudad, un 21,29% más que en el mismo mes de 2015 (45,5% con respecto a 2011), con 309.500 pernoctaciones que implican un incremento interanual del 21,74% (el 50,68 por ciento en comparación con enero de 2011). Las estadísticas del Observatorio Turístico de la Ciudad de Sevilla indican que se trata del mejor mes de enero «en la historia del turismo de la capital», según el Ayuntamiento hispalense, y a ello contribuyeron tanto los visitantes españoles (87.738, el 14,97% más) como los extranjeros (71.328, con aumento del 14,4%). La estancia media, sin embargo, se situó en los 1,95 días, con apenas diferencia con respecto a hace un año.

El castillo de la Calahorra en manos privadas resta afluencia

Cuando todos los indicadores resaltan el auge turístico en la comunidad, llama la atención el peculiar caso de La Calahorra, una localidad de Granada donde el devenir de su millar de vecinos está marcado por la imponente imagen de su Castillo, un monumento privado y protegido que recibe unas 15.000 visitas anuales con su apertura solo una vez a la semana y que condiciona mucho más que la estampa del pueblo. El municipio, de cinco siglos de historia como su gran reclamo monumental, podría vivir de un cuento turístico que no ha terminado de escribirse. Las administraciones han tratado de adquirir el inmueble, sin éxito.