Famosos

En mis bragas mando yo

Elsa Pataky y su marido Chris Hemsworth
Elsa Pataky y su marido Chris Hemsworthlarazon

Qué gran titular digno de una mala, malísima del Hollywood de los años 50. Eso sí, de serie B. Y es que en el fondo eso es lo que es Lucía Pariente. Ya saben, la mamá de Alba Carrillo que debuta de chica de portada. Quién se lo iba a decir. Está guapa, guapísima, pero afortunadamente sin perder su tremenda perfidia. La entrevista se la recomiendo a todos. Por el titular calcularán qué contestó a una pregunta sobre lo que le gusta o no le gusta en el amor. Hay que recordar el famoso diálogo de la película «Espartaco» en el que Craso, personaje interpretado por Laurence Olivier, le pregunta a un joven y bello esclavo, interpretado por Tony Curtis, si le gustaban más los caracoles o las ostras. Lucía no tiene ningún pudor y contesta con un desafiante «en mis bragas mando yo». Adoro a estas brujas, adoración que se acrecienta al saber que de joven era vendedora de biblias.

Otra mujer, Vicky Martín Berrocal, afirma con rotundidad: «Nunca me han puesto los cuernos». En persona tan lista no encaja tal seguridad. La contestación se te viene a la boca envuelta en canción de Raphael: «Qué sabe nadie». En esos andurriales lo único de lo que se puede estar casi seguro es de si uno mismo ha sido infiel.

Como no hay dos sin tres, tenemos a otra mujer que está dispuesta a dar una gran alegría a sus fans, que pueden estar en torno al centenar, eso tirando de largo. Marián Conde anuncia que vuelve, pero de dónde, convendría preguntarse. En estos casos, conviene recordar la anécdota de un buen torero que se retiró en baja forma y abandonado por la afición. El citado espada acudió a visitar a un gran maestro: «Le quiero comunicar que vuelvo a los ruedos, ¿que le parece?», le dijo el visitante. Antes de darle su parecer, le miró fijamente un rato y con su parsimonia habitual le dio una verdadera sentencia: «¿Pero es que a ti te ha llamado alguien?». Pues eso.

«¡Hola!», como es norma de la casa, aparece con varias exclusivas. A su portada trae a Elsa Pataky, que hace más reportajes que películas, en su paraíso de Australia. Por cierto, cuando hay que insistir mucho en que la salud de su matrimonio es perfecta le entra a uno un cierto mosqueo. Es como cuando Esperanza Aguirre afirma de alguien que es persona intachable. Ya se sabe que le falta un suspiro para que le ofrezcan un retiro gratis en algún penal cercano a su domicilio. Pataky comparte portada con el matrimonio de ambiciones. A saber, Jesulín de los Ubriques de toda la vida y María José, de apellido campanillero. Nos cuentan alborozados que «nos volvemos a casar». Generalmente se celebran las bodas de plata, incluso unos pocos las de oro, pero a los 15 años de casados supongo que es dar argumentos para que la exclusiva tenga gancho y hacer que su valor suba más, que hay que torear muchas corridas para que te queden limpios los euros que se pueden atesorar por un trabajo como éste.

Pero hay más. Con una doble página la emperatriz de las revistas rosas nos informa de la exclusiva absoluta de la boda de Risto Mejide y Laura. Esto será el lunes 22. Ay Risto, quién te ha visto y quién te ve. De azote de herejes, de masacrar sin piedad a periodistas o personajes que entraban en estos rentables juegos a caer sin paracaídas en una mega exclusiva. No me extrañaría nada que termináramos viendo la boda de Pablo Iglesias y su inseparable portavoz por el siempre rentable rito del «¡Hola!» y anunciándola como Risto. Celebración en un palacete del siglo XVI, 450 invitados, vestido y joyas de la novia, alianzas artesanales y fiesta con infinitas sorpresas. Como verán, quién es capaz de negarse a algo así.