Espadas «tranquiliza» a la Junta y a La Caixa

El Ayuntamiento hispalense contacta con La Caixa, entidad inversora en las Atarazanas, para «tranquilizarla» tras los últimos acuerdos plenarios. El Gobierno municipal, que se vio solo el pasado viernes en la defensa del proyecto de rehabilitación de Vázquez Consuegra, hizo lo propio con la Junta de Andalucía, propietaria de los astilleros medievales, y anunció que en unos días, posiblemente esta misma semana, podrá ser consultado por la ciudadanía. El concejal Antonio Muñoz resumió en cuatro palabras los intereses de quienes «intentan fosilizar la ciudad» y cargó contra la «irresponsabilidad» del PP, que aboga ahora –en la oposición– por abrir un periodo de reflexión, cuando éste fue un proyecto presentado en 2014 y en marzo de 2015, mientras gobernaba Zoido, se le dio un informe favorable.

Al PSOE de Juan Espadas le indigna el «cinismo político» de Juan Ignacio Zoido, que demanda una participación que durante cuatro años de mandato con mayoría absoluta negó en otros asuntos como el futuro de Altadis o el puente de la Isla de la Cartuja. O el rechazo permanente a las alegaciones presentadas en otros proyectos.

El PP, en cambio, se defiende argumentando que Zodio fue quien exigió un plan especial de protección y que «sólo conocieron del proyecto básico y no el de ejecución» que se ha conocido tras el cambio de gobierno. Por ello acusa a la Junta por tratar de desentenderse del patrimonio de Sevilla.

Lo importante no es rebajar la cota, algo «para lo que no hay obligación», sino poder recuperar las Atarazanas y que se ejecute la inversión –diez millones comprometidos–, subraya Antonio Muñoz: «No existe ningún incumplimiento urbanístico o respecto a la normativa sobre patrimonio. No existe un problema legal, sino que guste o no».

Y es que la asociación conservacionista Adepa considera «fundamental» excavar el edificio hasta su cota original «para recuperar su grandiosidad» –¡después de cinco siglos enterradas!– y cree que la creación de una plaza pública en su interior se aleja de la «dignidad» del monumento nacional (declarado así en 1969). La Fundación Atarazanas plantea remitir el proyecto a la Unesco para que Icomos lo evalúe y además contempla acudir a los tribunales. Con esa predisposición acuden sus representantes hoy a una reunión con responsables de la Consejería de Cultura y La Caixa. La entidad inversora, como lamentó ayer Vázquez Consuegra en la Ser, empieza a estar aburrida de tantas cortapisas cuando de lo que se trata es de poner en valor el inmueble.