Andalucía
Gran hermano político
El patio se va convirtiendo en un lodazal irrecuperable. Por eso vamos a darnos una ración de vida agradable ya que estamos en domingo después de un puente: muchos ciudadanos con buen ánimo, sólo había que mirar Sevilla, 30 grados, la ciudad deslumbrante llena de gente a todas horas, los clientes de restaurante de toda la vida pidiendo una mesa, un rinconcito en una barra por caridad. Una amiga de Barcelona que frecuenta nuestras tierras confesaba que aquí, nada mas salir del hotel, se encuentra con la vida, pero con la vida buena y que por ello cada vez le cuesta más volver al día a día desabrido en que se ha convertido una ciudad, una tierra a la que ama. Lo cierto es que vivimos en una especie de sobresalto: qué harán hoy, nos hemos ido acostumbrando a ese saltarse las leyes, a esas varas de medir de una parcialidad asombrosa... Uno de los puntos acertados del Gobierno, lleva usted razón, del desgobierno, es que ha encontrado una especie de piedra filosofal en una meliflua frase: «Estas cosas son asumibles». Es una especie de saco sin fondo donde cabe todo, incluida una reprobación parlamentaria al Rey de España. En el lote real también se incluye la abolición de la Monarquía. Ambas medidas incumplen las leyes y las atribuciones del parlamento catalán. Otro bonito número ha sido el montado en el palacio de la Moncloa. Me recordaba la letra de una bella copla de la Piquer: «Abran puertas y ventanas que me dé la luz del sol». Y con semejante decorado, el dúo dinámico en que se han convertido Sánchez& Iglesias –con el lema también del citado dúo «Resistiré»– firmaron el acuerdo de presupuestos. Por cierto, posiblemente en su ánimo de no molestar a los independentistas, el día del funeral de la gran Monserrat Caballé, la televisión de todos los españoles, en el telediario de la 1 de las nueve de la noche, hizo la reseña del acto nombrando a todos los presentes, aunque fuesen de segundo rango. Sólo se omitió la presencia de la Reina Doña Sofía que presidía el acto. Todavía quedaba mas bochornoso porque por lógica la Reina estaba en todos los planos. Para colmo los asistentes fueron recibidos y despedidos con silencios o abucheos y sólo la Reina recibió cariñosos aplausos. La Fiesta Nacional tampoco se libró del numerito de Sánchez. Conocen a lo que me refiero. Es la imagen más vista del día, el momento en que el matrimonio Sánchez se integra en la Familia Real a la hora del besa manos. Pensar en un despiste es creer que Sánchez es tonto, y es muchas cosas pero no tonto. Por ello, cuando algunos apuntan que en los acuerdos secretos del dúo ya nombrado se incluye abolir la monarquía, no debe uno tomárselo como una idea de mentes calenturientas. Por todas estas cosas y por muchas más, mientras me tomo en la terraza del Alfonso XIII un exquisito dry martini acompañado de unas aceitunas estupendas, he pensado proponer que se realice un gran hermano político. Encerrar a toda la clase política dirigente por unos meses teniendo que vivir las 24 horas juntos y juntas, incluso revueltos. Estoy seguro de que sería una terapia asombrosa. ¿Quiénes harían «edredoning»? ¿Quiénes se llevarían a matar? ¿Quién sería la adivina o el brujo de los confindos, que estrategias sucias usarían para salvarse..? No sé si saldrían mejor de la prueba, pero al menos los ciudadanos lo habríamos pasado estupendamente y sus mezquindades y maldades las conoceríamos en directo. Seguro que también aparecerían buenas acciones. Rematar esta terapia colectiva con las elecciones; sirviendo la convivencia de campaña electoral. Hay que ver cómo un buen dry martini puede agitar la cabeza.
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