UGT
Griñán y Valderas avalan a Pastrana en su despedida al frente de UGT-A
El bipartito arropa al líder sindical en el X Congreso, en plena investigación del «caso ERE».
El X Congreso de UGT de Andalucía, que sirve de despedida a su líder durante los últimos tres lustros, Manuel Pastrana, congregó a la plana mayor del Gobierno de Griñán y Valderas; al líder del sindicato en España, Cándido Méndez; y hasta al presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, entre el protocolo y la cercanía de ejercer de «tercer sindicato» por aquello de que lo que unen los cursos y los fondos de formación, que no lo separe la ideología. Hasta el ex presidente Chaves tuvo una aparición epistolar. Entre las ausencias, al menos en la sesión de puertas abiertas, destacó una sobremanera: la autocrítica. Cualquiera que escuchara los discursos de los allí congregados y obviara los más de 1,1 millones de parados en la comunidad, el turbio asunto de las sobrecomisiones en relación con el caso de los ERE o el dispendio, en mayor o medida justificable, de diversas comidas y hoteles a cargo de la tarjeta del sindicato, concluiría un único mensaje cifrado en dos partes: UGT es una cosa maravillosa y «Manolo» Pastrana, una suerte de Cid Campeador que estoicamente lleva cuatro años cabalgando sobre la tortuosa montura de una enfermedad y dando la cara por los trabajadores.
Griñán se presentó «apoyando el movimiento sindical y la defensa de los trabajadores». Criticó las «andanadas y ofensivas contra los sindicatos, que son una necesidad», censurando los «ataques contra las bases de la legitimidad constitucional de los sindicatos». El presidente de la Junta denunció «la dictadura de la austeridad» y el fundamentalismo económico que se desentiende de las personas». Griñán habló de «repartir equitativamente los sacrificios. La salida de la crisis no puede olvidar la modernización de la economía. La inversión fundamental es la educación, el conocimiento, la investigación». «Hace falta una estrategia nacional contra la exclusión social. Ya hemos hecho algunas cosas desde el Gobierno andaluz», que sirven para «ver que hay pobreza y desigualdad y hay que actuar». Sobre Pastrana, emocionado, comparándolo con un espartano, señaló que «Manolo es un sindicalista de raza, ha demostrado lo que es con su trabajo. En la última etapa en circunstancias muy difíciles, con un liderazgo sin someterse a presiones o condicionamiento». «Compartimos mucho», concluyó. La juez Alaya investiga hasta qué punto.
El delegado de la ONCE en Andalucía, Patricio Cárceles, apeló al ejemplo de superación de Pastrana. Cárceles indicó que para «crear empleo» es necesario «relajar la presión del dichoso déficit». Santiago Herrero deseó a UGT y a Pastrana «el mejor de los futuros». El líder de CC OO-A, Francisco Carbonero, ofreció «unidad de acción». «Les preocupa que los dirigentes del movimiento obrero tengan carisma, coraje, lealtad, honradez», dijo de las críticas a Pastrana. Manuel Fernández «Lito» aseguró que los sindicatos «somos un objetivo a batir». «Si algún sinvergüenza dice que (Pastrana) abandona el barco por lo que llueve en Andalucía, es porque es un sinvergüenza». Cándido Méndez dijo que los sindicatos «no se dejarán arrinconar por descalificaciones e infamias». «Hemos conseguido desarbolar dos mentiras: que esto funciona; y que no hay alternativa». «Sé lo que soy, lo que he hecho, lo que creo, lo que he podido hacer; y le doy gracias a mis compañeros. 'Manolo, el magnífico' es una gilipollez porque todo lo hemos hecho juntos» concluyó Pastrana.
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