Política

Andalucía

Jesús Aguirre: “Cuando vi las cifras reales de las listas de espera me eché a llorar”

El consejero de Salud reconoce que «si la ilusión no se plasma en hechos concretos voy a tener contestación social» y tacha de «cutre» el discurso de la privatización de la izquierda

El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre /Foto: Manuel Olmedo
El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre /Foto: Manuel Olmedolarazon

El consejero de Salud reconoce que «si la ilusión no se plasma en hechos concretos voy a tener contestación social» y tacha de «cutre» el discurso de la privatización de la izquierda

¿Cómo se encontró la joya de la corona cuando llegó?

La joya de la corona era de hojalata. Soy médico de trinchera y me siento muy orgulloso de la sanidad pública andaluza. Pero una cosa es lo que te dicen y otra lo que te encuentras. Hay mucha capacidad de mejora. Cualquier cosa que se hiciera iba a suponer una mejora importante para los trabajadores y la población. Había un Gobierno que llevaba 37 años. Me encontré los despachos vacíos. Había personal de libre designación, gente que había estado antes en ayuntamientos y que estaban aquí. Lógicamente cesé a estos cargos que no aportaban nada a la sanidad. Esto no es una agencia de colocación, aquí se pide trabajo.

Una de las primeras medidas que tomó fue un plan de choque para reducir las listas de espera. ¿Ya se están viendo los resultados?

Es un tema que habíamos pactado tanto con Ciudadanos como con Vox. Pregunté a cuánto ascendían las listas de espera y me respondieron: «¿Todas?». Me dijeron que no se comunicaban todas, que bajaban o subían para que hubiera una equidad en las comunidades autónomas. Quería saber la quirúrgica y la de primera consulta de especialidades. Cuando vi las cifras reales me puse a llorar. Uno de cada diez andaluces estaba en lista de espera. Nos encontramos un problema gordísimo, eran 840.000 pacientes en total. Tenía que coger el toro por los cuernos de alguna forma, por eso pusimos en marcha el plan de choque. Había 32.000 pacientes que llevaban esperando más de un año. En el primer mes hemos bajado un 9,4 por ciento la lista de esos 32.000, y sin externalizar. Hemos hecho jornadas deslizantes, hemos puesto a funcionar nuestros quirófanos y a nuestro personal. Hemos hecho equipos volantes en hospitales comarcales. Optimizamos los recursos propios y con un poco de incentivos desde el punto de vista económico hemos bajado bastante. Yo quería saber el circuito que existía para esconder medio millón de personas. A los inspectores nuestros de las delegaciones les dimos licencias para entrar en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para que miraran los procesos asistenciales. Llegabas a los 179 días y te pasaban otra vez a la casilla de salida. Ahora estamos viendo, en cataratas por ejemplo, nuevas listas de espera que estaban escondidas. ¿Todo el mundo era copartícipe de un engaño masivo? Pusimos en marcha un plan de prevención de cáncer de colon rectal. Pregunté si teníamos lista de espera de colonoscopias. Había pendientes más de 25.000 pacientes. Estaban también en un cajón.

En el último Consejo de Gobierno se aprobaron sendas medidas de apoyo a la familia.

Pedí un plan de choque para dos cosas muy simples. Una, los partos múltiples. Se da una cantidad de dinero y están sin tramitar 1.500 expedientes. Es un tema de justicia social, de estimulación de la maternidad. También había 9.300 expedientes de familias numerosas pedidos y no tramitados. Con esos carnés las familias pueden acceder a descuentos, incluso en el IBI. Ese plan de choque está dotado con medio millón de euros y contempla la contratación de 24 profesionales para poner a cero el tema de las familias numerosas. Siento ser el Calimero de las consejerías. Si el PSOE es el adalid de las políticas sociales, que venga Dios y lo vea. Había una necesidad imperiosa de levantar alfombras.

En la presentación de los Presupuestos de la Consejería de Salud la oposición le reprochó que aumentaban los conciertos con la sanidad privada.

Los conciertos han supuesto un 0,7 por ciento. El Gobierno anterior, el año pasado, gastó en conciertos 155 millones de euros. Pero no pasa nada, lo que tengo que hacer es solucionar el problema. Yo no me rasgo las vestiduras por sumar recursos de la privada a la pública. Tengo que poner al cien por ciento mis quirófanos y mis profesionales sanitarios. Todo el Aljarafe sevillano lo lleva San Juan de Dios; Cádiz, Pascual, y no pasa nada. Posiblemente tengamos que concertar el tema de oftalmología, cirugía plástica u obesidades mórbidas porque no tengo capacidad de absorberlo. Todas las comunidades autónomas hacen conciertos. Esto no es una dicotomía de buenos y malos, que es el juego que plantean los socialistas. El discurso de la privatización de la izquierda es de una cutrez absoluta. Tengo que solucionar los problemas y, si no puedo con medios propios, ya buscaré otros.

¿Se había llegado en Andalucía a un modelo «cubano»? Para que te atendieran había que ponerse en contacto con un conocido.

Cuando era médico, me llegaba alguien que había pasado los 180 días y le decía que pusiera una reclamación. Entonces sí solían dar cita. Cualquier artilugio que no sea la transparencia va en contra de cualquier norma de buen funcionamiento del sistema público. Espero que las listas de espera sean una reliquia del pasado, que en poco tiempo lleguemos a una cifra de normalidad en los tiempos. En pruebas diagnósticas oncológicas no debemos tener listas de espera. Mis gerentes me dicen que, posiblemente, el año próximo acabaremos con la lista de espera quirúrgica. Ojalá que sea así. Me decían que los Presupuestos de la consejería eran continuistas. ¿Después de 40 años de funcionario voy a llegar para hacer más de lo mismo? Los Presupuestos son totalmente innovadores.

Una atención primaria bien dotada es fundamental para que no haya colapso en los hospitales. Los profesionales de este ámbito vienen reclamando diez minutos por paciente. ¿Le parece una medida razonable?

Tienen más razón que un santo. En el año 2007 me dieron el premio de la Plataforma Diez Minutos. Es el tiempo que necesito para mirar a los ojos, para conseguir una relación médico-paciente óptima y para llegar a un buen diagnóstico y tratamiento. Es una reivindicación justa de los profesionales de atención primaria. Esos diez minutos nos darían una mayor capacidad de resolución y una mayor accesibilidad a pruebas diagnósticas, evitando múltiples derivaciones. Entonces, verdaderamente, la atención primaria sería la puerta de acceso al sistema. Lo que hemos hecho es pivotar dos o tres centros de salud de cada provincia para llevar a cabo la gestión de las agendas. Es decir, dar siete minutos y establecer un máximo de 30 pacientes por día. También se dan quince minutos a las visitas programadas. Vamos a utilizar los «call center» para solucionar dudas a los pacientes que no acudan a la consulta. También vamos a llevar a cabo triaje para desburocratizar la atención primaria. Nuestras políticas son hospitalocentrífugas. Los pacientes no son como cuando yo empecé a trabajar como médico. Antes a los hospitales el paciente llegaba agudo. Ahora los pacientes son crónicos, pluripatológicos, con hipertensión o que han pasado un cáncer. Y ese paciente donde mejor está es en atención primaria. Nos hemos propuesto que, al final de esta legislatura, el 20 por ciento de la asistencia sanitaria la hagamos por medios telemáticos. El modelo sanitario de Andalucía no es el de Madrid, el del PP nacional o el de Valencia. Nace del trabajo conjunto de mucha gente. Mis gerentes, secretarios generales y directores han participado durante muchísimos años conmigo en elaborar este modelo, que es totalmente revolucionario. Primaria me lo traigo del modelo francés, la parte de atención hospitalaria es inglesa y el tema de humanización es de los Países Bajos.

¿Cuál es la posición del Gobierno andaluz en relación a la eutanasia?

Este Gobierno defiende la vida desde la fecundación hasta el último día. La eutanasia es el fracaso de los cuidados paliativos. Vamos a poner en marcha un plan de cuidados paliativos para llevarlos a todos los rincones de Andalucía. En los hospitales comarcales vamos a poner unidades específicas, se llevarán a los domicilios y también extenderemos los pediátricos, que ya están en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Queremos el abordaje integral del paciente, y que se incluya el ámbito psicológico e incluso el punto de vista espiritual, independientemente de la religión que se profese. Estamos en contra del encarnizamiento terapéutico, queremos humanizar.

¿Y sobre el aborto?

Sabemos que hay una ley de ámbito nacional, así que no voy a imponer mi ética a nadie. En el Presupuesto de este año viene una partida de 4.200.000 euros para formar a los profesionales sanitarios e informar a las mujeres embarazadas con especial riesgo sobre qué servicios sociales aportamos a ese embarazo no deseado. Le damos un abanico de posibilidades. Esto no es carca, ni mucho menos.

Anunció la creación de una agencia en la que se integraría el SAS y las empresas públicas. ¿En qué va a consistir este organismo? ¿Apuesta por el mantenimiento de las unidades de gestión clínica, tan criticadas por los profesionales?

No hay ninguna agencia empresarial dentro del sistema andaluz de salud. Eso fue un fallo de transcripción. Va a ser una agencia administrativa. Actualmente, el SAS presta atención sanitaria pero tenemos otros estamentos dentro de la consejería, como las agencias públicas, que prestan también atención sanitaria. Por ejemplo, el EPES 061, la agencia pública del Bajo Guadalquivir o del Poniente de Almería. Todas estas agencias, a través de un decreto y sin conculcar los derechos de los trabajadores, vamos a integrarlas en el SAS. Todo funcionará de forma piramidal bajo una agencia pública administrativa. Esas agencias públicas sólo existen en Andalucía y nos están dando problemas, ya que no podemos hacer un «feedback» de profesionales de esas agencias al SAS. Sobre las unidades de gestión clínica, les cambiamos el nombre y las llamamos unidades de gestión sanitaria. Vamos a sacar un decreto que fije cómo se nombran sus cargos intermedios, ya que queremos despolitizarlas. Los directivos de esas unidades deben ser elegidos de abajo a arriba. Los propios profesionales deben decidir quién quiere que les gestione porque ahí van a repercutir muchos incentivos especiales. Este modelo va más enfocado a los resultados en salud, el anterior seguía criterios puramente economicistas.

¿Será una realidad el tercer hospital de Málaga? ¿Contempla la reapertura del hospital militar de Sevilla?

Nos hemos encontrado muchísimo papel y poco ladrillo. Se prometieron muchas cosas. Lo que estamos haciendo es priorizar. Al segundo Consejo de Gobierno esta consejería llevó un proyecto para que en cada delegación territorial de Salud y Familias se creara un grupo de infraestructuras. Esas unidades nos tienen que decir si es prioritario hacer un chare, un equipo en concreto o un hospital regional. ¿Por qué? Hasta ahora se ha funcionado a base de impulsos. Diseñamos una estrategia 2020-2030. No se puede prometer un chare cuando lo caro no es su construcción, sino su mantenimiento. El primer trabajo lo hizo el grupo de infraestructuras de Málaga, que hizo el plan funcional del tercer hospital. Me interesan los hospitales de mediana y larga estancia. En el hospital militar de Sevilla se invirtió hasta el año 2012, luego se desmontó parte de la infraestructura, el Presupuesto no se ejecutó y se abandonó. La idea que tiene el grupo de trabajo es convertirlo en un hospital de mediana y larga estancia, para que descongestione el Macarena, Virgen del Rocío y Valme. El coste de una cama en estos hospitales es seis veces mayor que en un hospital de mediana o larga estancia.

En la anterior legislatura la sanidad se convirtió en un problema social. ¿Se ha reunido con las plataformas que pedían mejoras? ¿Conoce la figura de «Spiriman»?

Tenemos interlocución con todos. Con «Basta ya» y con el propio Spiriman cuando ha querido. Espero que esta paz social que tenemos ahora mismo se mantenga. Las reivindicaciones siguen siendo las mismas porque no hemos solucionado todo lo que pedían. He dado ilusión, pero eso tiene un tiempo. Si la ilusión no se plasma en hechos concretos voy a tener contestación social. Viene algo en estos Presupuestos y en los del año que viene vendrá más. Pido paciencia.