Cádiz

Kichi en pepitoria

“El PP apunta a Cádiz y por eso ha entronizado a Teófila Martínez como presidenta de la Autoridad Portuaria”

“El PP apunta a Cádiz y por eso ha entronizado a Teófila Martínez como presidenta de la Autoridad Portuaria”

El baile de la precampaña, que está siendo una coreografía de larguísimo aliento, se ha extendido a decisiones tan, en teoría, alejadas de la lid electoral como los nombramientos del nuevo Gobierno autonómico. El PP, como no podía ser de otra manera, apunta a Cádiz, el ayuntamiento más emblemático en manos de su némesis bolivariana, y por eso ha entronizado a Teófila Martínez como presidenta de la Autoridad Portuaria local. En cualquier otro puerto, el cargo tiene una importancia (política) relativa pero allí se trata de una especie de alcaldía vicaria, fundamentalmente por dos motivos: maneja un presupuesto importante en un rincón del mapa donde el dinero no sobra y posee el escaso suelo disponible de un término municipal pequeño en el que el urbanismo es un sudoku endemoniado y las edificaciones se apiñan sin ton ni son. La delegada de la Junta en la provincia, Ana Mestre, es una criatura de genética puramente teofílica, de modo que la pinza a José María González, único anticapitalista con una responsabilidad administrativa relevante en España y referente de Podemos por vía conyugal, amenaza con convertirse en una soga. El regreso de Martínez paliará, en buena medida, la inanidad del candidato municipal de los conservadores, un tal Fulano Anónimez, y será la ex alcaldesa la que mitinee en su nombre y quien, llegando el 26M, se funda con el vecindario en esos abrazos de fingido sentimiento que sólo los titanes políticos saben impostar. Teófila no sabe nada de tráfico marítimo igual que, tras arrasar en 1995 todavía residente en El Puerto, nada sabía de la ciudad de Cádiz. Pero viste a cualquier muñeco como si supiera y se merienda todas las tardes a un Kichi en pepitoria con la facilidad con la que un adolescente se zampa una magdalena empapada en leche.