La aplicación «ambiciosa» de la reforma laboral, ideal para la región

SEVILLA- «Andalucía puede ser una de las regiones que más se beneficien de una implementación ambiciosa de la reforma laboral y de una revisión crítica de ella», mantiene un informe del servicio de estudios del BBVA sobre la situación de la comunidad presentado ayer en Sevilla. La elevada tasa de paro del 36,7 por ciento –diez puntos por encima de la media nacional– es el principal problema de la economía andaluza y, pese a la incipiente recuperación que pronostica el trabajo, seguirá siendo el gran lastre de la región.

En este contexto, la flexibilización del mercado laboral sería positiva para Andalucía. El BBVA asegura que «de hecho, existen ya señales de una mejora de la eficiencia del mercado de trabajo inducida por la reforma laboral, al permitir un mayor ajuste de los costes laborales sobre los salarios y evitar así la destrucción de empleo». La apuesta del servicio de estudios es profundizar en esta dirección: «Sin embargo, la disminución de los incentivos que fomentan la dualidad en el mercado laboral ha sido insuficiente y se corre el riesgo que cuando se produzca la recuperación, el empleo que se genere tienda a concentrarse en los contratos temporales», augura.

Esta defensa de la reforma laboral contrasta con la posición del Gobierno andaluz, que la considera lesiva y la responsabiliza del deterioro del mercado de trabajo.

El servicio de estudios del BBVA sí comparte con la Junta sus críticas al actual sistema de financiación. Así, concluye que «resulta difícil evitar la conclusión de que el sistema de financiación genera un reparto muy desigual y esencialmente arbitrario de recursos entre regiones». Asegura que «existe un abanico de 27,5 puntos porcentuales entre las regiones mejor y peor tratadas por el sistema que no tiene nada que ver ni con diferencias en factores de coste ni con los ingresos tributarios brutos de los distintos territorios». Y Andalucía sale mal parada, ya que se sitúa en torno a 94 y 96 puntos porcentuales, lejos de los 120 de La Rioja o del abanico entre 99 y 101 en el que se encuentran Cataluña y Madrid.

Pese a estos condicionantes, la entidad financiera considera que la economía andaluza tocará fondo este año con una contracción del 1,6% del PIB y repuntará en 2014 un 0,6%, impulsado principalmente por el comportamiento dinámico del sector exterior y el cambio de tendencia en la demanda doméstica, que comienza a mostrar ajustes cada vez menos intensos.

BBVA también lanza un mensaje optimista sobre el cumplimiento del objetivo de déficit y considera que las políticas de ajuste fiscal puestas en marcha por la Junta de Andalucía deberían ser suficientes para que el déficit de final de año se sitúe en torno al objetivo de estabilidad, «siempre y cuando no se relajen las medidas de contención del gasto».