La Cartuja resiste a la crisis

El parque tecnológico Cartuja 93 es un oasis en una ciudad lastrada por el cierre de grandes empresas y con unas administraciones que, enredadas en peleas políticas, continúan bloqueando proyectos encaminados a crear empleo. El balance de 2012 corrobora la buena salud del recinto pese al actual contexto de crisis. Según el Instituto Andaluz de Tecnología, el parque incrementó su facturación el año pasado un tres por ciento y el empleo un nueve, generando un empleo directo de 14.500 trabajadores.

En una senda optimista también se muestra el Círculo de Empresarios de la Cartuja, que considera que el sector tecnológico «es el que más tarde se ha visto afectado por la crisis y será uno de los primeros en ver la luz». Así lo asegura Beltrán Calvo, que ayer celebró un desayuno de trabajo con miembros del BBVA para analizar las potencialidades del comercio exterior. Calvo, no obstante, reconoció que en el último año «más que cerrar, ha habido empresas que han tenido que buscar ubicaciones más económicas» en otros recintos empresariales. Pese a esta circunstancia, asegura que el de la Cartuja es un parque tecnológico «de referencia» en el ámbito nacional, tan sólo comparable al de Zamudio. «Estamos resistiendo a la crisis, puesto que aquí se sigue creando actividad y empleo», señala. De hecho, diariamente acuden al recinto más de 30.000 personas, entre trabajadores, visitantes y estudiantes.

En un plano más reivindicativo, Calvo reclamó la apertura de los aparcamientos de la banda oeste de la isla de la Cartuja, que pertenecen a la Junta. «No entendemos la decisión de mantenerlos cerrados», lamenta, al tiempo que remarca la «necesidad» de que el parque tenga «una movilidad lo más sostenible posible». «Lo ideal sería que el máximo de personas pudiera venir en bicicleta, moto o transporte público para disminuir el volumen de vehículos privados», recuerda. Para conseguir este objetivo, la entidad está manteniendo contactos con la Junta y el Ayuntamiento, al objeto de materializar opciones de transporte no contaminantes.

En cuanto al balance del año pasado, el recinto contó con un total de 345 entidades tecnológicas, que generaron una actividad económica de 1.825 millones de euros. Estas cifras suponen un incremento del uno por ciento en la actividad interanual, así como del seis por ciento en relación al número de trabajadores.

Como dato negativo, el número de empresas descendió un 3,1 por ciento, debido a la «llegada de empresas de gran tamaño, en detrimento de algunas micropymes que, o bien trasladaron su sede, o no lograron sobrevivir a la crisis económica».

De los tres sectores fundamentales del recinto, el de las tecnologías avanzadas fue el que mejores resultados obtuvo. De hecho, su actividad económica creció un 3,1 por ciento hasta los 1.427 millones de euros –el 77,4 por ciento del total del parque– y el número de trabajadores un 9,3 por ciento, hasta los 10.994, el 75,8 por ciento del conjunto del recinto.

Sobre la financiación de las actividades de investigación y desarrollo, el 38,6 por ciento de las empresas afirma haber recibido algún tipo de financiación extra para la realización de sus proyecto. En concreto, el 89 por ciento se beneficiaron de subvenciones a fondo perdido.