Málaga

La fantasía orientalista del siglo XIX llega al Thyssen de Málaga

La exposición, organizada con la colaboración de “la Caixa”, abrirá sus puertas mañana y reúne más de 80 obras de una veintena de artistas nacionales e internacionales, entre los que destaca Fortuny, máximo representante del orientalismo español

Presentación de la exposición en el Museo Thyssen de Málaga / La Razón
Presentación de la exposición en el Museo Thyssen de Málaga / La Razónlarazon

La exposición, organizada con la colaboración de “la Caixa”, abrirá sus puertas mañana y reúne más de 80 obras de una veintena de artistas nacionales e internacionales, entre los que destaca Fortuny, máximo representante del orientalismo español

El Museo Carmen Thyssen Málaga ha presentado hoy su nueva exposición temporal Fantasía árabe. Pintura orientalista en España (1860-1900), que abrirá sus puertas al público mañana sábado 12 de octubre y en la que se ofrece un recorrido por el período de esplendor de la pintura orientalista española, una corriente que, durante la segunda mitad del siglo XIX, reflejará el apasionado descubrimiento de los paisajes, costumbres y tipos del norte de África por artistas como Fortuny, Tapiró, Fabrés y Lameyer, entre muchos otros.

La presentación ha contado con la presencia de la presidenta de la Fundación Palacio Villalón, Carmen Thyssen; el alcalde de Málaga y vicepresidente de la Fundación Palacio de Villalón, Francisco de la Torre; la concejala de Cultura, Noelia Losada; la directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga y co-comisaria de la muestra, Lourdes Moreno; el coordinador de Colecciones del MNAC y co-comisario de la exposición, Francesc Quílez; el director territorial de CaixaBank en Andalucía Oriental, Juan Ignacio Zafra; y el delegado de la Fundación Bancaria "la Caixa"para Andalucía y Melilla, Juan Carlos Barroso.

La exposición Fantasía árabe sigue los pasos de artistas viajeros, españoles y franceses que dieron forma a uno de los géneros más singulares de la pintura decimonónica, alentados por la expansión colonial europea en el siglo XIX, el auge de la literatura de viajes, la búsqueda de nuevos temas artísticos, un indudable espíritu aventurero y la cercanía de un territorio, el Magreb, en el que podían recrear la idea de un Oriente de sugerentes evocaciones de exotismo.

Con estos pintores que vivieron de manera directa la experiencia de “lo oriental” se configura el momento de esplendor de esta temática a mediados de la centuria. En Francia, serán Delacroix o Benjamin-Constant los principales representantes de una pintura que en España tendrá en Mariano Fortuny, a partir de 1860, a su mejor intérprete. Viajero en Marruecos en tres ocasiones (1860, 1862 y 1871) y autor de un amplio número de obras de temática orientalista, tanto pinturas y grabados como, sobre todo, acuarelas y dibujos, con Fortuny este género se actualiza/moderniza y supera la visión romántica de sus primeros cultivadores.

Fortuny, un artista de extraordinario talento y creatividad, y uno de los grandes maestros de la segunda mitad del siglo XIX, será el referente de numerosos artistas contemporáneos que, como él, visitarán también el norte de África, o que se inspirarán en sus composiciones orientalistas para construir una visión fabulosa de ese territorio y sus gentes, configurando así un “Oriente cercano”, entre la observación realista y la recreación de un mundo evocador y exótico.

Rendidos a la luz norteafricana y cautivados por unos paisajes exóticos, por las medinas de callejuelas estrechas y llenas de vida, las llamativas (a ojos occidentales) costumbres y vida cotidiana de aquellos países, y los rostros e indumentarias de sus moradores, muchos de estos viajeros convirtieron el relato de sus vivencias, pasado no pocas veces por el tamiz de la fantasía y la evocación literaria, en protagonista de su pintura.

El resultado son obras llenas de colorido, preciosistas y vibrantes, y una pintura de intensos y sorprendentes contrastes que revelan una mirada fascinada ante el “descubrimiento” de un nuevo universo. Así, en la muestra conviven paisajes bañados por la intensa luz del desierto con los oscuros interiores de los cafés y los harenes prohibidos; la vivacidad y fiereza de los guerreros con la dulzura de hermosas mujeres; la espléndida Alhambra, como evocación del pasado árabe de España, con mercados callejeros en Tetuán o Tánger. Una rica muestra, en definitiva, de todos los motivos que llamaron la atención de los pintores orientalistas, de los viajeros y de los que, desde sus estudios, sin haber visitado siquiera el norte de África, siguieron alimentando la fantasía árabe de los burgueses europeos.

Todo este panorama orientalista se presenta en la exposición a través de 84 obras, entre pinturas, dibujos, acuarelas, fotografías y objetos etnográficos, organizados en tres secciones dedicadas, respectivamente, al paisaje, las escenas de costumbres y los tipos humanos. Junto a la obra de los pintores españoles, se muestran varios ejemplos de la pintura francesa contemporánea, de artistas como Delacroix, Benjamin-Constant o Dehodencq, para mostrar la visión compartida sobre ese territorio de evasión en el que el Occidente burgués buscó un paraíso incontaminado y primigenio, ajeno a la transformación que la industrialización estaba provocando en los países del norte de Europa. Su visión sigue cautivando hoy la mirada y reflejando las contradicciones de una dialéctica Oriente-Occidente que, con perspectiva distintas y a veces con los mismos prejuicios, sigue de actualidad hoy.

La exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 1 de marzo de 2020, cuenta con la colaboración de “la Caixa” y está comisariada por Francesc Quílez, coordinador de colecciones del MNAC, y Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga. Las obras proceden de más de cuarenta instituciones y colecciones públicas y privadas, españolas y francesas, como el Museu Nacional d’Art de Catalunya, Biblioteca Nacional, Museo Nacional del Prado, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Museu de Montserrat, Museo del Romanticismo, Museo Lázaro Galdiano, Museo de la Alhambra, Colección Abelló, Ayuntamiento de Cádiz, la malagueña Colección Fernández Rivero, el Musée Goya de Castres, el Musée des Beaux-Artes de Burdeos y el de Pau, Musée des Agustins, de Toulouse, Musée Salies, Palais-Musée des Archevêques, de Narbonne, entre otros muchos.

La muestra cuenta con importantes obras como: Fantasía árabe de Fortuny (Colección Abelló) ; El vendedor de tapices de Fortuny (Museu de Montserrat); Santón Darkawia de Josep Tapiró (Museo Nacional del Prado) o Muchacha mora de Francisco Masriera (colección particular), por citar, sólo, las obras de pintores españoles.