Elecciones 24-M

La fragmentación de Podemos y el «voto de castigo», claves en las capitales

PSOE y PP aprovechan la Junta y el Gobierno para anunciar inversiones en sus feudos

La Razón
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Las autonómicas no son las municipales». Es la frase más repetida por los cabezas de cartel y por los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP. No lo son porque en estas últimas se vota cercanía, pero los votantes de las grandes capitales amenazan con poner en práctica el hartazgo con el bipartidismo y echarse en brazos de las fuerzas emergentes.

Los sondeos del CIS en siete ciudades –Madrid, Barcelona, Valencia, Vitoria, Santiago, Zaragoza y Sevilla– dibujan un escenario de diversidad con cuatro partidos como base y alejado de las mayorías absolutas que favorecieron al PP en los últimos comicios, cuando hizo pleno en las ocho capitales de provincia. En Sevilla, la única andaluza entre las encuestadas, augura un batacazo popular que llevaría al alcalde, Juan Ignacio Zoido, a perder casi la mitad de sus 20 concejales. Ganemos y Ciudadanos entrarían con cuatro concejales cada uno y el PSOE mantendría su posición.

«El voto de castigo lo sufren las grandes capitales de forma directa, se vota más en clave nacional», asegura Ramón Alberca, CEO de Deimos Estadística. Su empresa acumula más de una decena de estudios en municipios andaluces y en una de las capitales de provincia. Los resultados, asegura, dejan clara una tendencia: «Ciudadanos se come a Podemos con diferencia». Alberca resalta además un factor clave que podría ser decisivo el próximo día 24, como es la falta de identificación de Podemos por parte del votante. «Cuando preguntamos, los encuestados no te dicen Ganemos o Sí se puede, por ejemplo, dicen ‘voy a votar a Podemos’’». Y Podemos no concurre a las municipales con marca propia. «Esa confusión puede llevar a la fragmentación del voto y que finalmente esos partidos lleguen solo al mínimo del 5% o ni siquiera lo alcancen», vaticina.

Respecto a IU, tercera fuerza en 2011 con casi el 12% de los votos, este experto considera «sospechoso» que logre ese porcentaje mínimo en los sondeos hechos públicos. «En la mayoría de las encuestas que manejamos no lo alcanza, estaría más cerca del 3,4-4%», asegura.

En Andalucía juega además con un factor adicional: la investidura del nuevo Gobierno está en el aire. El Parlamento –los pactos que se alcancen o se desechen– determinará más que nunca el devenir en las municipales. Con Podemos y Ciudadanos reacios tras unos primeros acercamientos que hacían presagiar un acuerdo, PP y PSOE mantienen una negociación que podría cerrarse con un intercambio de ayuntamientos-Junta para que gobierne la lista más votada. De momento, habrá nueva votación de investidura el próximo jueves y quedan dos meses para negociar antes de que se disuelva el Parlamento.

Las autonómicas, efectivamente, no son las municipales, pero empiezan a parecerse mucho. PSOE y PP también son quienes cuentan con la maquinaria institucional para relanzar a sus candidatos. Esta misma semana, Cádiz y Huelva recibían a las ministras de Empleo y Fomento. «La visita de un ministro en campaña siempre es una buena noticia para Andalucía porque trae compromisos y mejoras», aseguraba recientemente el delegado del Gobierno, Antonio Sanz, en una entrevista con LA RAZÓN. A dos semanas de la cita electoral, las «inversiones milagro» empiezan a dejarse ver. Huelva recibió el lunes el primer «regalo» electoral en forma de lanzadera, que la unirá por tren con Sevilla en 45 minutos –aun sin fecha pero con presupuesto, 425 millones–. Cádiz tiene confirmación oficial de que el segundo puente concluirá sus obras el próximo agosto. Antes del verano, se ha comprometido también el desdoble de la Nacional IV que une Dos Hermanas y Los Palacios para hacerla autovía.

Pese a estar en funciones, el Gobierno andaluz también evidencia que empleará estos frenéticos días para lanzar compromisos que arañen votos. Si Susana Díaz arrancó su campaña autonómica echando mano de su doble condición de candidata del PSOE y presidenta con un plan de empleo para mayores de 45 –a punto de caducar porque era un compromiso de su primera investidura– y reponiendo a los profesionales sanitarios su jornada y sueldo completo, el jueves fue el turno de la consejera de Fomento y Vivienda. Las infraestructuras cotizan al alza y María Jesús Serrano acudió hasta Alcalá de Guadaíra (Sevilla) para anunciar la reactivación del tranvía, pese a que solo tiene consignados este año cuatro de los 32,6 millones necesarios para unirlo al metro. Todavía las capitales pueden recibir un aluvión de promesas fuera de presupuesto que poco influirá en una balanza difícil de equilibrar.