Marbella
«La Junta, mucho hablar de municipalismo, pero a la hora de presupuestar, cero»
Ángeles Muñoz. Alcaldesa de Marbella y presidenta de la FAMP. Avisa del atentado al Estatuto si mantiene el recorte de 120 millones a los ayuntamientos
SEVILLA- La era GIL marcó a Marbella, ¿qué perdura de aquella época olvidable?
–Lo que fue Gil se va diluyendo pero desgraciadamente las consecuencias negativas perdurarán. La deuda que arrastramos es consecuencia del saqueo sistemático y de la falta de procedimientos que tuvimos en la ciudad, pero en cualquier caso, nuestra labor desde hace seis años es devolver la normalidad, la legalidad y la confianza. Y se nota, las expectativas son otras.
–Lo que no puede negar es que sigue indefectiblemente ligada al lujo.
–Se identifica sobre todo con la calidad.
–Pero de muy alto «standing»...
–La calidad en todo, la calidad de vida, el clima, las infraestructuras envidiables. No tiene por qué ser sólo lujo, que evidentemente también lo tiene Marbella.
–El turismo sanitario también está entre sus apuestas.
–Es una alternativa porque cada vez hay más personas que quieren asociar sus vacaciones no sólo al relax, sino a mejorar su cuerpo y su salud. Y eso lo tenemos, desde la oncología a la estética. También en educación internacional, por ahí podemos tener una capacidad de crecimiento muy clara.
–Choca con las deficiencias en la sanidad pública que reclaman a la Junta.
–Claro, el que estemos hablando de que apostamos claramente dentro del ámbito privado por las mejores clínicas contrasta con el gran déficit que no se ha paliado todavía. Se marcó claramente por la falta de inversión en la época GIL y no se ha subsanado. Faltan desde guarderías a institutos, centros de salud, el hospital está parado...
–Teniendo a su partido en el Gobierno, ¿no tiene nada que reclamarle?
–Yo no paro de pedir lo que no nos dio el Gobierno de Zapatero. La apuesta del Gobierno en estos dos años no se la puede ni imaginar.
–Perdone, pero parece que sólo hace falta un Gobierno del mismo color para que un dirigente se muestre conforme.
–No, pero yo le voy a poner un ejemplo: a nosotros nos dejaron una deuda de más de 300 millones que el propio Tribunal de Cuentas alertaba de que en el año 2012 sin un acuerdo hubiera sido absolutamente inviable el Ayuntamiento. Tuvimos que cambiar una ley cuando llegó Rajoy. Yo como alcaldesa presenté proposiciones de ley al anterior para que permitiera al Ayuntamiento hacer frente a esa deuda descomunal con la Seguridad Social y Hacienda. Y fue imposible. La otra gran deuda, con la Junta, todavía no hemos alcanzado un acuerdo. Es importante que Marbella, y su marca, sea una ciudad solvente y que genere confianza.
–¿Puede estar satisfecha con la sentencia del «caso Malaya» después del daño no sólo económico sino social que ha hecho?
–Siempre he mantenido la misma postura, siempre: que a Marbella vuelvan todos los bienes que se vayan recuperando de los diferentes procedimientos. Ése ha sido el objetivo principal, que revierta en la ciudad, y es precisamente lo que dice el juez en su recomendación: que todas las multas, que debían ir a Hacienda, que se hagan las bonificaciones legales oportunas. Y eso nos satisface mucho porque cuando se produjo la disolución del Ayuntamiento tuvimos 20.000 firmas ciudadanas pidiendo exactamente eso. Sin entrar a valorar si la pena de cárcel es mayor o menor.
–¿Qué salto de calidad daría Marbella, porque es mucho dinero?
–Hombre, pagar lo que debe (risas). Fíjese que teníamos 600 millones de deuda, ¡sólo deuda!, con los intereses que eso genera. Estamos hablando de una ciudad con doscientos millones de presupuesto, es una losa.
–¿Es verdad eso de que están saliendo de la crisis porque entró antes o se quiere vender algo de optimismo?
–Es verdad, pero no sólo porque entró antes, sino por sus condiciones y porque se han dado todos los pasos para devolver la seguridad jurídica y urbanística. Eso nos hace un destino donde merece la pena invertir.
–Cuando uno iba antes a Marbella, era evidente que algo no se estaba haciendo bien, al menos urbanísticamente. ¿Por qué se tardó tanto?
–Se lo tendremos que preguntar a quien tenía la competencia de la vigilancia urbanística, a la Junta de Andalucía. La sentencia no tiene desperdicio: cuando el juez impidió a la Junta personarse como perjudicado, decía que no sólo no había sido perjudicada, sino que había sido la gran beneficiada durante muchos años por lo que aquí había ocurrido.
–Va a cumplir un año como presidenta de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP). ¿Ni siquiera la reforma local es tan importante para que el órgano se debloquee?
–Claro que sí, lo he vuelto a reiterar a la nueva presidenta (de la Junta, Susana Díaz), a la que he pedido una reunión urgente y voluntad para desbloquear el tema. Sólo hace falta que quieran reconocer lo que han sido los resultados de las últimas elecciones municipales.
–¿Cuál es el problema entonces?
–El problema es que por parte del PSOE prefieren hacer una FAMP con todos los municipios del Partido Popular fuera. Fuimos la primera fuerza en las municipales y tenemos que tener representación, independientemente de colores políticos hay que defender los intereses de los ayuntamientos. Hasta la fecha no hemos tenido respuesta de la presidenta.
–¿Y en un año no se han sentado?
–No, porque el propio (Francisco) Toscano llegó a un acuerdo y después el PSOE lo negó. Pero no los alcaldes, por eso dimitió Toscano. A partir de ahí cada vez que me han convocado he acudido, pero no ha tardado ni un día en que el acuerdo se haya dinamitado por declaraciones de dirigentes socialistas que curiosamente no son ni alcaldes.
–La crítica insistente a la reforma es que deja «vendidos» a los ayuntamientos.
–Lo más importante que tiene es que delimita competencias y asegura la financiación. Y en ningún párrafo de la ley hay ni una sola referencia a que va a haber una privatización, ¡ninguna! Lo que me sorprende es que hagan una defensa del municipalismo y después no sean capaces ni de respetar el Estatuto de Autonomía. Si es verdad que por segundo año consecutivo no va a haber transferencia a los ayuntamientos dentros de la participación de los tributos de la comunidad autónoma (Patrica), si de verdad son capaces de volver a congelar los fondos, bueno es que es de tal hipocresía por parte del Gobierno autonómico... Viene determinada que son 600 millones y pretenden dejarlo en 480. Mucho hablar, pero a la hora de presupuestar, cero.
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