La «nueva» UGT se resiste a devolver los 1,8 millones que reclama la Junta

Enroque. La nueva dirección de UGT-A amagó ayer con una rueda de prensa –en honor a los «nuevos tiempos» de «transparencia»– que quedó en breve comparecencia ante los medios y huida escaleras arriba ante la imposibilidad de respuestas contrastadas. –«No he tenido tiempo de revisar los papeles», repetía Castilla–, tras conocerse que la Junta reclama la devolución de las dos subvenciones concedidas al sindicato por valor de 1,8 millones. La nueva secretaria general del sindicato, no obstante, adelantó que apelarán.

Según la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, los letrados de la Junta consideran que corresponde esta vía administrativa en aplicación del artículo 37 de la Ley General de Subvenciones al no haber justificado UGT-A adecuadamente las ayudas. El Gobierno andaluz apuntó que «lo que procede es tramitar un expediente de reintegro para que esta central sindical devuelva a la Administración las cantidades indebidamente justificadas dentro de estos dos expedientes». La resolución del gabinete jurídico se produce tras la consulta preceptiva en el procedimiento de revisión de oficio de una subvención de 1.100.000 euros correspondiente a 2009 (para acciones de promoción, información, formación y asesoramiento) y otra de 700.000 euros de 2010 (para actividades coordinación, infraestructuras y difusión). El resto de procedimientos abiertos para la revisión de ayudas a UGT-A, 17 en total, se ajustará al criterio que establezca el gabinete jurídico. «Si concurren las mismas circunstancias que en los dos anteriormente descritos, se tramitará también la devolución de la subvención mediante los correspondientes procedimientos de reintegro», anunció la Junta. Las cantidades se elevarían a los 7,5 millones. La devolución puede llevar al sindicato a la bancarrota. LA RAZÓN adelantó que sólo en un expediente nulo UGT coló 408 asientos contables, con gastos en comidas, hoteles, nóminas o autobuses. El resto de expedientes pueden ser similares.

La secretaria general de UGT-A –cuya comparecencia tenía el objetivo exclusivo de «anunciar un nuevo tiempo» tras la primera reunión de la nueva Comisión Ejecutiva Regional y la actualidad le estropeó la convocatoria– anunció que el sindicato presentará las alegaciones necesarias, pese a que no tenía «conocimiento oficial» de los procedimientos de reintegro iniciados por la Junta y haberse enterado «por la prensa». Castilla defendió que la resolución «no es definitiva». «A esta sede no ha llegado un documento oficial de la Junta pidiéndonos nada», indicó. «Lo primero, es ver si llega ese papel; segundo, tendremos que ver en qué términos está; tercero, veremos qué se nos pide; cuarto, hay objetivos dentro de todos los programas que seguro que se han cumplido al 100% o al 90%, de forma que cuando llegue toda la documentación, en base a lo que nos pida la Junta así contestaremos», indicó Castilla, escudándose reiteradamente en la falta de documentación para zanjar el tema. Castilla no cree que la cantidad que finalmente reclame la Junta vaya a aumentar por los siguientes expedientes que están siendo analizados. Ya por la tarde, durante una entrevista en «Aquí en la Onda Andalucía», dirigido por Manuel Prieto, Castilla matizó su declaración de intenciones del mediodía, alegando que la ley «prácticamente» obliga a alegar (algo cuando menos inexacto). Castilla –que, pese a llamar fascista al PP nada más acceder al cargo, ayer tendió la mano a la negociación– no quiso pronunciarse «sin la documentación por delante» sobre el fraude en UGT-Andalucía pero sin esos mismos datos sí se aventuró a ofrecer porcentajes de cumplimiento de los programas como base para la alegación sindical.