Tribunales
La soldado que denunció una violación grupal apunta a cuatro compañeros en el juzgado
Señaló a dos de ellos como agresores «sin ningún género de dudas y con total contundencia»
La soldado del acuartelamiento de Bobadilla, situado en el municipio malagueño de Antequera, que denunció haber sido agredida sexualmente el pasado 10 de diciembre declaró ayer ante el juzgado de Instrucción número 1 de la ciudad del Torcal que fueron al menos dos los soldados que supuestamente protagonizaron la violación grupal de la que fue víctima.
Durante su declaración ante el juez, mantuvo «sin ningún género de dudas y con total contundencia» que fueron al menos dos de sus compañeros los que le agredieron presuntamente, al tiempo que apuntó «no con la misma certeza» a otros dos, según su defensa.
Los abogados Manuel y Javier Rincón, corroboraron que, según esa declaración, serían cuatro los presuntos agresores que cometieron la violación en la madrugada del pasado 11 de diciembre, en un bar al que acudieron a celebrar el día de la Patrona.
Los letrados, aplaudieron la actitud «valiente» de la víctima que compareció «con las fuerzas necesarias para explicar con detalle lo ocurrido», y advirtieron de que con su testimonio se da un «vuelco» a la investigación no sólo en torno a los hechos del pasado diciembre, sino a la supuesta agresión sexual que investiga el juzgado militar togado de Sevilla.
A este respecto, confiaron en que los cuatro soldados aludidos, pasen a ser investigados por un delito de agresión sexual,
Además de la víctima, en la jornada de ayer estaban llamados a declarar como testigos cuatro militares, aunque finalmente comparecieron ante el juez tres de ellos y un testigo civil, que también declaró en calidad de tal.
La defensa está pendiente de la práctica de diligencias de prueba y entre ellas de los resultados de sustancias tóxicas y pruebas de ADN a las que fueron sometidos los supuestos responsables de la agresión sexual.
Si la prueba de ADN señalara únicamente a militares como presuntos autores de la agresión el caso pasaría a manos del juzgado militar, según aclararon los letrados.
La víctima, de momento, «sigue de baja y está muy afectada» por lo que recibe tratamiento psicológico. La presunta violación grupal fue cometida en la madrugada del 10 al 11 de diciembre en el mismo acuartelamiento, tras la celebración en un bar de Bobadilla de la festividad de la Patrona del Ejército del Aire.
Según la denuncia de la soldado, en dicho local sufrió tocamientos que la incomodaron por parte de algunos compañeros y tras ir al baño, al volver notó un sabor extraño en su cerveza y comenzó a sentirse mal, por lo que se fue al cuartel acompañada por un soldado amigo que la ayudó a ponerse el pijama y acostarse en la cama. Fue a la mañana siguiente, sin recordar nada, cuando comentó con este amigo su malestar y él le sugirió la posibilidad de que la hubieran drogado y le instó a hacerse un test que dio positivo en barbitúricos.
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