Agricultura

Las empresas forestales reclaman «agilidad» en las licitaciones públicas

La patronal valora la voluntad de la Junta de reprogramar los fondos europeos, aunque «el tiempo apremia»

Incendio forestal declarado en el paraje de Roche, en Conil de la Frontera (Cádiz) / Foto: Efe
Incendio forestal declarado en el paraje de Roche, en Conil de la Frontera (Cádiz) / Foto: Efelarazon

La patronal valora la voluntad de la Junta de reprogramar los fondos europeos, aunque «el tiempo apremia»

El próximo año expira el Plan de Desarrollo Rural (PDR) 2014-2020, con una mayoría de fondos provenientes de la Unión Europea, y el balance que hace la Asociación de Empresas Forestales y Paisajísticas de Andalucía (AAEF) no puede ser más nefasto. Las escasas licitaciones de los sucesivos gobiernos socialistas en la comunidad autónoma han lastrado a un sector que se ha debilitado en un 30 por ciento, entre empresas que han desaparecido, en concurso de acreedores o con dificultades económicas. La patronal recuerda que el último compromiso del Ejecutivo socialista fue el de sacar a licitación pública 200 millones de euros hasta 2020, trabajos de desbroces y tratamientos selvícolas, en su mayoría, que son fundamentales para prevenir los incendios en verano. AAEF sostiene que sólo se ha licitado un 40 por ciento de lo comprometido, en torno a 30 millones de euros. «El año pasado salieron dos expedientes y este año ha salido uno en abril, dotado con un millón de euros», subraya Teresa Magdaleno, secretaria técnica de la patronal.

El análisis de un solo epígrafe del PDR demuestra la pésima gestión en este ámbito. La medida 8 corresponde a la «restauración, preservación y mejora de los ecosistemas dependientes de la agricultura y selvicultura». Tiene consignados 394 millones de euros, se aprobaron finalmente 78, se comprometieron 46 y, a diciembre de 2017 –fecha del último informe de evaluación disponible–, se ejecutaron 17 millones.

Miembros de AAEF ya han tenido una primera toma de contacto con los responsables de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, a la que reclaman «agilidad» en las licitaciones públicas. Las sensaciones son buenas, puesto que «tienen voluntad de reprogramar todos los fondos europeos para que, a diciembre de 2020, no haya ni un euro sin gastar; la propia consejera lo ha dicho y eso para nosotros es una buena noticia», señala Magdaleno, quien apunta que el «tiempo apremia», así que señalaron en el encuentro la necesidad de acelerar los procedimientos administrativos, un compromiso expresado también por el nuevo Gobierno andaluz. Magdaleno subraya que se trata de un dinero «pintado en el PDR y que o se invierte o se pierde» y que se han acumulado demasiados retrasos por la ley de contratos públicos y las sucesivas convocatorias electorales. Precisamente, la consejera del ramo, Carmen Crespo, denunció recientemente el retraso en la aprobación de expedientes heredado del anterior Gobierno socialista, una inversión paralizada que supera los 6.000 millones de euros.

Con el verano casi encima, la patronal del sector forestal apunta que, «cuantos menos tratamientos selvícolas, desbroces, podas y limpias se hagan en el monte, fundamentalmente en invierno, más combustible vegetal habrá», multiplicándose el riesgo de incendios. Se trata de una labor «imprescindible», sobre todo por la cantidad de espacios protegidos que existen en Andalucía con un gran valor medioambiental.

En cuanto a las ayudas y subvenciones, también vinculadas al PDR, AAEF recuerda que tan sólo ha salido un paquete de 14 millones de euros, relativo a la prevención de incendios. Una cantidad «escasísima» si se compara con el total de 128 millones para ayudas agroambientales. Las beneficiarias son empresas dedicadas a la restauración paisajística y, con una inversión pública tan baja, finalmente son los trabajadores los que acusan esta circunstancia. La patronal asegura que en la comunidad autónoma hay 394 municipios que tienen un carácter forestal. Localidades que «dependen directa o indirectamente del trabajo que se haga en el monte». Por tanto, no se está generando sólo un problema medioambiental, sino social.