Sevilla

«Líneas ocultas de venta» de Magrudis e «irregularidades» en los permisos

La empresa de «La Mechá» comercializaba aún chorizos, cuya venta negó el Ayuntamiento hasta en tres ocasiones a la Junta. También tapó que seguía vendiendo otros productos, denuncia el Consistorio ante la Fiscalía

La Policía Local custodia la sede de Magrudis en el Polígono El Pino de Sevilla capital / Foto: Ke-Imagen
La Policía Local custodia la sede de Magrudis en el Polígono El Pino de Sevilla capital / Foto: Ke-Imagenlarazon

La empresa de «La Mechá» comercializaba aún chorizos, cuya venta negó el Ayuntamiento hasta en tres ocasiones a la Junta. También tapó que seguía vendiendo otros productos, denuncia el Consistorio ante la Fiscalía

La sede de Magrudis está custodiada por la Policía Local para que no entre nadie, salvo los inspectores. Las administraciones autonómica y municipal –en tanto se acusan de falta de coordinación y comunicación– cargan jurídicamente contra la productora de la carne mechada contaminada, más aún tras conocerse que un supermercado seguía vendiendo chorizos, como alertó la Junta tras «tres negativas municipales» sobre esta cuestión, y que la factoría trabajaba con un catálogo oculto que no se encontraba en la fábrica del polígono El Pino clausurada. Esta segunda línea de comercialización oculta ha sido incluida por el Consistorio hispalense junto a las irregularidades administrativas en su demanda. Se trata de «productos preelaborados». En cualquier caso, «no hay indicios» de que estén contaminados. Además, Magrudis comenzó a operar, según el Consistorio, con una licencia de actividad irregular. Tampoco tenía permiso para ampliar la nave. Nueve inspecciones avalan que «las características técnicas de la empresa y su actividad no se corresponden con la declaración responsable presentada en diciembre de 2018». Dos personas han muertos en relación al brote de listeria y una tercera se investiga. El alcalde acusó a Magrudis de ocultar datos para inmovilizar el material. El Parlamento rechazó un pleno extraordinario pero el consejero de Salud declara hoy a petición propia.

El brote de listeria se mantiene estable en los hospitales (un nuevo afectado en el último parte, por lo que hay 197 víctimas y 68 ingresados) pero amenaza las relaciones institucionales entre la Junta y el Ayuntamiento de Sevilla. A última hora del miércoles, la Junta avanzó que elevaba la alerta sanitaria a dos productos más de Magrudis, los chorizos y las morcillas, y que el Consistorio hispalense no había avisado de su comercialización. Así lo señaló también tras el Consejo de Gobierno el portavoz de la Junta, Elías Bendodo, calificando el hecho como «grave». El Ayuntamiento reaccionó mostrando un documento de la propia Consejería de Salud en el que se recogen los chorizos en cuestión entre los productos del listado de la empresa productora de «La Mechá» con fecha 20 de agosto, alegando que se podría haber aumentado la alerta el 21. La propia web de la empresa detalla estos productos. Este diario accedió a documentos de la investigación en los que la Administración autonómica pregunta a la municipal si los chorizos en cuestión efectivamente se están comercializando y la respuesta es negativa.

La Consejería de Salud, «para pedirle al Ayuntamiento un listado de los productos que se están comercializando, envió ese escrito a la Delegación de Salud en Sevilla para que, a su vez, lo pida al Ayuntamiento», señalaron desde la Junta. Para ello, la Consejería se basó en la relación de productos que aparecen en la web de Magrudis y preguntó si esos productos se están vendiendo. «El Ayuntamiento en ningún caso incluye los chorizos en su respuesta», sostiene la Junta. Según la documentación a la que accedió este diario, hasta en tres ocasiones el Consistorio respondió de forma negativa. El 19 de agosto el Servicio de Salud Pública de la Junta le envió un fax al Ayuntamiento de Sevilla en el que le pide, entre otras cuestiones, que le informe de «qué otros productos elabora la empresa además de carne mechada, cantidad estimada que puede haber en el mercado de cada uno de ellos y lotes, así como clientes a los que han podido ser distribuidos y que no se encuentran en el listado de distribución aportado por la empresa». El 21 de agosto, a través de un correo electrónico, el Ayuntamiento remite a una técnico de la Delegación Territorial de Salud un escrito de Magrudis. En dicho correo –sin texto, en blanco–, reenvía un escrito de la empresa «La Mechá» en el que adjuntan un informe en el que no aparece la comercialización de ningún tipo de chorizo y sí de otros productos como chicharrón, lomo al jerez, lomo casero al pimentón o lomo al pimentón entero. El 22 de agosto el Servicio de Consumo del Ayuntamiento remite una carta oficial a la Consejería de Salud y Familias en la que señala que «de la relación facilitada, con motivo de las inspecciones realizadas, se comprueba que no existe zurrapa de lomo ibérico blanco, lomo al pimentón, chorizo casero y chorizo ibérico». El 23 de agosto hay un intercambio de correos del área de consumo del Ayuntamiento de Sevilla a un cargo de la Dirección General de Salud de la Junta, respondiendo a la «reiteración de información» sobre Magrudis. Remiten el listado de distribución del resto de productos, en los «formatos de comercialización, elaborados por la empresa Magrudis». Mencionan: «crema de carne mechá, manteca colorá, zurrapa de hígado, pringá estilo casero, zurrapa de lomo roja y zurrapa de lomo blanca». En ningún caso «el Ayuntamiento menciona ningún tipo de variedad de chorizo». El 24 de agosto consta en un acta firmada por los técnicos sanitarios del Ayuntamiento de Sevilla una inspección en un centro de una cadena de supermercados de Sevilla tras la que inmovilizan la totalidad de productos de Magrudis, entre ellos 250 gramos de chorizo dulce. Este acta es «la que no traslada el Ayuntamiento a la Junta». Al no disponer de la información, la Junta realiza la inspección in situ en la empresa el día 28 de agosto «y detecta que sí se ha producido chorizo». «Si el Ayuntamiento hubiera trasladado el acta del día 24 a la Junta se habrían acortado los plazos de actuación», señalan fuentes de la Administración autonómica.

El portavoz andaluz reiteró que «hemos actuado con la mayor celeridad, rápido pero con cautela. «Puede haber existido algún problema de comunicación, pero no en la diligencia y en la transparencia. En lo judicial, la Junta llegará «donde haya que llegar».