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Los once del «mono de trabajo»

Moreno instaba a los consejeros a «prestigiar» la vida pública, mientras Vox les exigía colaboración de manera «inmediata» para la repatriación de 52.000 inmigrantes ilegales

Los consejeros de la Junta de Andalucía tomaron ayer posesión de sus cargos en un acto presidido por Juanma Moreno que se celebró en San Telmo (Foto: Efe)
Los consejeros de la Junta de Andalucía tomaron ayer posesión de sus cargos en un acto presidido por Juanma Moreno que se celebró en San Telmo (Foto: Efe)larazon

Moreno instaba a los consejeros a «prestigiar» la vida pública, mientras Vox les exigía colaboración de manera «inmediata» para la repatriación de 52.000 inmigrantes ilegales

En la selva de carne a sortear entre cuerpos movedizos en la que se convirtió ayer el Salón de los Espejos del palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, en la toma de posesión del nuevo Ejecutivo, gritó Vox: estamos aquí. El presidente andaluz, el popular Juanma Moreno, auguró que «los andaluces sabrán valorar en los próximos tiempos el esfuerzo y la generosidad» de las «dos fuerzas políticas» que conforman el Gobierno del cambio, PP y Ciudadanos (Cs), porque tienen el firme propósito de «hacer realidad una esperanza colectiva anhelada por la mayoría». Se congratuló del «equipo de primera» que han armado y que mostrará otro «estilo de hacer política» en la comunidad, una vez que «la pelota» ya ha empezado «a rodar», salvados los «obstáculos».

«No hay mejor expresión del cambio que estas once personas que hoy toman posesión», aseveró, para animarlos a disfrutar de la jornada «con mucha intensidad» porque desde hoy mismo van a tener que colocarse el «mono de trabajo» para responder a «los muchos problemas que tienen» los ciudadanos. Moreno instó a los consejeros a «mantenerse pegados a la realidad» desde la que actuar. «Soy un presidente orgulloso de poder contar con la generosidad de todos y cada uno de los miembros del Consejo de Gobierno», dijo. Les agradeció su «vocación de servicio» en tiempos en los que la política está denostada y les planteó un reto: «Volver a prestigiar la vida pública». Mientras el presidente hacía esa petición a su Ejecutivo, el partido que lidera Santiago Abascal a nivel nacional hizo público un comunicado en el que se hacía hincapié en que «Vox ha sido la pieza clave» para que se pudiera materializar el desalojo del PSOE-A del poder. Esto fue posible gracias a que acordaron con los populares «un paquete de 37 medidas que ha llegado el momento de aplicar», exigieron. Una de las más «urgentes» para esta formación es «la contenida en el punto 28», en el que se abogó por «apoyar material, humana y documentalmente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que tienen encomendada la protección de las fronteras, garantizando una inmigración ordenada, legal, respetuosa con nuestra cultura occidental, vinculada siempre al mercado laboral». En definitiva, que Vox exigió minutos después de que los consejeros juraran o prometieran su cargo que la Junta hiciera «entrega inmediata de las copias de los 52.000 pasaportes» de inmigrantes ilegales, cifra que afirman les ha proporcionado «la Policía», para proceder «al inicio de los expedientes de expulsión, como recoge la legalidad vigente». La interferencia es una muestra de los problemas de equilibrio que tendrán que sortear los populares en esta legislatura, de un lado con Cs y de otro con Vox. El que se perfila como el negociador del Ejecutivo de Moreno, el titular de la Presidencia, Administraciones Públicas e Interior, el popular Elías Bendodo, mantuvo, preguntado por esa irrupción, que son «un único equipo» con una «hoja de ruta marcada y transparente» en la que se contemplan las 90 medidas pactadas entre PP y Cs y las incluidas en el documento de investidura rubricado entre PP y Vox que se cumplirán «a rajatabla», según garantizó. El «popular fuerte» de Moreno en el Gobierno ha asumido el mando de las delegaciones de la Junta y las políticas de internacionalización del tejido empresarial, incluida la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), de acuerdo al Decreto del presidente que se publicó ayer en el BOJA.

El otro de los pesos pesados del Ejecutivo es el vicepresidente y cabeza visible de la «macroconsejería» de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, que sumará la Dirección General de Planificación y Evaluación y la futura Oficina Andaluza contra el Fraude y la Corrupción, una de las promesas incumplidas del equipo saliente de Susana Díaz. Marín, quien llevará además las relaciones con el Parlamento hasta ahora adscritas a Presidencia, desempeñará el cargo de gestión naranja más alto de momento en una comunidad.

El «Consejo de... Ministros»

Entre la nueva hornada de consejeros que ayer tomó posesión de su puesto hubo a quien el poder imbatible de la ilusión le jugó una mala pasada. De hecho, dos de los titulares, el de Sanidad más Familias y la de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Jesús Aguirre (PP) y Rocío Ruiz (Cs), respectivamente, se confundieron al jurar el cargo y se comprometieron a guardar el secreto de las deliberaciones del «Consejo de Ministros» en lugar del Consejo de Gobierno. Primero lo hizo él y le siguió ella, provocando risas en los asistentes, entre los que no había nadie de Adelante Andalucía.