«Los payasos envejecen bien»

Hoy arranca en Sevilla la gira española de la antología «¡Chist!» de Les Luthiers

Jorge Maronna, uno de los dos componentes primigenios de Les Luthiers, junto a Marcos Mundstock, que siguen con vida, recurrió a Federico Fellini para explicar la lozanía que el grupo humorístico-músico-teatral argentino mantiene después de 52 años en los escenarios, 50 desde su conformación oficial: «Los payasos envejecen bien», dice que dijo el realizador italiano. Su compañero apostilla y profundiza: «Nos alimenta el aplauso y sobre todo la risa, la del público y también la nuestra». Hoy arranca en el sevillano Teatro de la Maestranza la gira española de la antología «¡Chist!», que seguirá en Madrid, Salamanca y Mérida, donde se despedirá de la formación Carlos Núñez Cortés.

La primera gira española de Les Luthiers desde el fallecimiento de Daniel Rabinovich –su componente con una vis cómica más acusada y sobre quien reposaban muchas de las partes teatralizadas de su espectáculo– servirá como preludio a la entrega del Premio Princesa de Asturias de Humanidades y Comunicación, como celebración de la efeméride del medio siglo, y también como despedida del legendario pianista –encarna en «Himnovaciones», un número que funciona como leitmotiv en «¡Chist!», al músico atribulado por los escasos escrúpulos de un par de políticos corruptos–. «En realidad, siempre acabamos encontrando un motivo para celebrar».

También será la presentación de su nueva alineación, ya que vuelven a ser un sexteto con la incorporación como miembros fijos de Horacio Murano y Martín O’Connor, hasta ahora reemplazantes habituales. «Somos como Fofito y Milikito en la familia Aragón», bromea el segundo. Porque Les Luthiers, desde que Gerardo Masana los fundó gracias a lo que Mundstock define como un «chispazo genial», fueron seis hasta la retirada de Ernesto Acher, en 1986, y cinco hasta la muerte de Rabinovich pero la retirada de Núñez Cortés no implicará una nueva reducción, ya que se incorporará de forma inmediata el joven Tomás Mayer Wolf, que aún no había nacido cuando la membresía del grupo había sufrido ya dos o tres alteraciones.

Estrenada en 2011 pero inédito en España, «¡Chist!» incluye temas compuestos entre 1977 («La bella y graciosa moza», del espectáculo «Mastropiero que nunca») y 1999 («Los jóvenes de hoy en día», perteneciente a «Todo por que rías») en el estilo ecléctico de Les Luthiers, que transitarán del madrigal renacentista al rap con paradas en el bolero o en la sinfonía barroca. «Tenemos otras antologías posteriores que han funcionado muy bien pero como la que hacemos ahora es ésta, diremos que ésta es la mejor», admite O’Connor con naturalidad y poca vergüenza.

Conscientes de su leyenda, Les Luthiers regalan gotas de desopilante genialidad incluso en las ruedas de prensa. A la pregunta de si el público ha cambiado mucho en estos cincuenta años, Carlos López Puccio responde con cara de palo: «Envejeció. Muchos incluso fallecieron». La última comparecencia de Núñez será en el teatro romano de Mérida y el pianista, licenciado en química y gran aficionado a los juegos matemáticos, sugiere que podrían incluir en el programa su número «Teorema de Thales», aunque Mundstock difiere: «Era griego», truena su vozarrón. «Esteeeee, en realidad era de Mileto, una factoría griega en el Asia Menor, actual Turquía». «Entonces actuaremos en un teatro turco».

Virtuosismo musical, magia con las palabras, milimétrica puesta en escena más una astronómica dosis de pasión. La receta de Les Luthiers es imbatible, por eso el tiempo sólo los encanece pero no los hace pasar de moda. También sazonan la fórmula con el ingrediente secreto de la inteligencia: «La risa no depende de los tiempos; desde un principio nos gustó hacer un humor intemporal y lo contrario de local –decir universal es demasiado pretencioso–. Hacer un chiste con el político que está en la portada del periódico es fácil». Palabra de Mastropiero.