Andalucía

María del Mar González: «En el imaginario de Sevilla este barrio todavía es un lugar de exclusión»

Comisionada del polígono sur

María del Mar González: «En el imaginario de Sevilla este barrio todavía es un lugar de exclusión»
María del Mar González: «En el imaginario de Sevilla este barrio todavía es un lugar de exclusión»larazon

Tiene ante sí la complicada tarea de aunar esfuerzos para normalizar uno de los barrios sevillanos más degradados. La comisionada del Polígono Sur, María del Mar González, llegó al cargo en octubre de 2013 con el objetivo de borrar clichés y lograr financiar proyectos que la crisis ha dejado en la estacada.

–Un 33% de los andaluces se encuentran en riesgo de pobreza, según datos del INE. Estas cifras, aplicadas al Polígono Sur, se multiplican, sobre todo tras varios años años continuados de crisis. ¿Hay emergencia social?

–Sí, están en marcha todos los dispositivos que intentan atajarla, pero en momentos de crisis no sólo se incrementa la necesidades sociales, sino que esta circunstancia ha ido de la mano de la reducción de los recursos. Los últimos años han sido complicados para el Polígono Sur. Aquí las cifras de desempleo se duplican, como mínimo. Ha habido una ecuación dramática: aumentan las necesidades y se reducen los recursos, por lo que difícilmente se llega a cubrir la emergencia.

–¿Cuáles son las necesidades que siguen lastrando la vida de los vecinos?

–El empleo es la llave de la inclusión. Cuando alguien consigue un empleo obtiene muchas cosas, como una identidad y recursos para sostener a tu familia. Va a tardar en llegar pese a que intentamos que llegue lo antes posible. Acaba de aprobarse un plan de empleo que ha estado en negociaciones y sucesivas reformulaciones y que va a facilitar el tránsito al empleo. También hay urgencias habitacionales, energéticas y alimenticias.

–En unos años en los que todas las administraciones han tenido que aplicar recortes, éstos también se han hecho en inversiones y programas que estaban en marcha. ¿Cómo han afectado?

-Han afectado gravemente. Si hay una disminución del 50 por ciento del personal de los servicios sociales y si hay programas que no tienen continuidad, los servicios sociales han estado dramáticamente disminuidos. En cuanto a la vivienda, se hizo una inversión muy importante. Si uno pasea por la barriada de Martínez Montañés es un barrio obrero, no es una zona de exclusión. Si hubiera continuado ese programa de rehabilitación no estaríamos hablando de la situación de indignidad en la que se encuentran algunas zonas.

–Con el nuevo alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ¿se abre un escenario de entendimiento? ¿Cree que esa colaboración entre la Junta y el Ayuntamiento se va a traducir en frutos para el Polígono Sur?

–Al Polígono Sur siempre le viene bien que las administraciones se entiendan. Pedimos siempre colaboración y cooperación. La voluntad de este Ayuntamiento de colaborar con el Plan Integral es evidente. Han habido actuaciones inmediatas en este primer mes de gobierno, por ejemplo el abordaje de la situación de insalubridad que había en Martínez Montañés. Se ha hecho una campaña de limpieza en la que se han retirado 60 toneladas de basura. También el plan de empleo, que se ha terminado de desbloquear la situación. En todos los ámbitos tienen que colaborar. Por ejemplo en seguridad, ello implica tres comisarías distintas: de la Policía Nacional, Local y Autonómica. En este barrio pasa una cosa que no ocurre en otras zonas de Sevilla, y es que hay una comisión de seguridad que se reúne cada 15 días. Tenemos un déficit de seguridad endémico.

–La confrontación política hace mucho más daño a tareas como ésta...

–No sienta bien a la sociedad en general, ya que no nos ayuda. En el Polígono Sur tendría que estar siempre fuera. Nuestra oficina y yo misma tenemos una vocación de interlocución con todas las administraciones independientemente de su color político. La última comisión interadministrativa, así lo demostró. Las tres administraciones pueden acordar cosas juntas, colaborar a la hora de impulsar proyectos.

–Tomó posesión en octubre de 2013 tras un verano marcado por el tiroteo en el que murió una niña de siete años. Una de las acusadas, La Perla, acaba de salir de prisión. ¿Hay riesgo de que se produzcan enfrentamientos parecidos?

–Tenemos la confianza de que la Policía está haciendo todo lo que tiene que hacer. Así me lo ha hecho saber. Fueron muy eficaces en la detención de los presuntos autores de la muerte de Encarni. Son eficaces en el aspecto preventivo, ya que queremos que no vuelva a ocurrir. Por otra parte, la Justicia tiene que actuar. Esto está en sus manos y esperemos que resuelva pronto.

–Un proyecto que lleva años estancado es el de la nueva comisaría de Policía Nacional...

-Creemos que va a haber un antes y un después en materia de seguridad con esta comisaría, ya que hace avanzar la seguridad objetiva y subjetiva. Para ello debe haber una consignación presupuestaria necesaria en los PGE y que los partidos hagan las enmiendas, porque nada impide que las obras comiencen antes de 2016 salvo el presupuesto.

–¿Se sigue vendiendo droga en el barrio? ¿Cómo se aborda este problema?

–La droga sigue siendo un problema en el barrio, pero ya no es lo que era. Hace diez años era un lugar en el que la venta y la compra era bastante habitual porque no existía la dotación de seguridad que existe ahora, no había presencia policial las 24 horas del día 365 días al año y no se combatía con la firmeza que se combate ahora. No niego que tenemos todavía un problema de tráfico de drogas, pero es de toda la ciudad. Éste no es el único barrio donde se vende. Además, quienes compran no son exactamente del barrio. Esta ciudad y esta sociedad tienen un problema con las drogas y se crea un problema de inseguridad y de salud. Estamos trabajando muy seriamente para que los focos que quedan desaparezcan. Hay controles todas las semanas. También trabajamos a nivel educativo, para fomentar hábitos saludables entre los jóvenes, y a nivel de la mesa de adicciones, trabajando con jóvenes que están empezando a consumir.

–De todas formas, ¿cree que los sevillanos han cambiado la percepción que tienen del barrio?

–Es uno de mis retos. Tenemos que derribar los muros psicológicos que nos separan de la ciudad. Es verdad que este barrio tiene muros físicos, como la vía del tren, la carretera de Su Eminencia o el muro de Hytasa. Vamos a luchar para que desaparezcan. Sin embargo, hay muros que aún son más difíciles de salvar, que son los psicológicos. En el imaginario de la ciudad el Polígono Sur es todavía un lugar de exclusión y violencia, y eso tenemos que cambiarlo. En el Polígono Sur ocurren muchas cosas interesantes. Esta ciudad no puede avanzar si deja de lado a algunos de sus barrios. No hay ciudades exitosas con barrios fracasados.