Sevilla
«No soy la madre de un yihadista. Mi hijo fue de excursión a Marruecos»
«El último contacto fue un audio antes de subir al avión, porque era la primera vez», asegura su progenitora
«El último contacto fue un audio antes de subir al avión, porque era la primera vez», asegura su progenitora
La quietud en la barriada de Su Eminencia es sólo, y literalmente, la calma que precede a la tormenta. Poco después del mediodía, la mayor tormenta de granizo que se recuerda en años sobre Sevilla irrumpe e interrumpe la Semana Santa. Junto al número 88 de la calle Ortega y Gasset, una gran avenida de urbanismo desordenado que circunda desde las cocheras del metro –muy cerca de la mezquita del barrio, que es un local con letras árabes en la puerta– a la arteria principal, en las casas aledañas recibe la imagen en un azulejo de la Virgen del Rocío; en frente, una bandera del Betis. Es la hora del rezo, por lo que amablemente se invita a esperar unos minutos. Aicha –la adaptación en francés del nombre de origen árabe cuyo significado es «viva» y que corresponde también a la segunda esposa de Mahoma– pide expresamente que no la llamen «la madre del yihadista» porque su hijo «no es un yihadista» y «tiene derecho a la presunción de inocencia».
Aicha –con velo y gafas de sol; su hija, de 13 años, en cambio luce un look occidental– asegura que la familia «está muy mal, fatal» y señala a LA RAZÓN que «el barrio nos está apoyando porque nos conocen de toda la vida». Zouhair El Bouhdidi fue arrestado en Marruecos ante el riesgo de un proceso rápido de radicalización. Su madre defiende que «fue de excursión con la Universidad» y que «el último contacto que tuvimos fue un audio que mandó antes de subir al avión, porque era la primera vez» y estaba emocionado. Asegura tajante que no han podido hablar con el detenido y a cuentagotas admite que sí han hablado con su abogado «que le han puesto» pero «no tiene nada claro, dice que hay que estudiar el caso». No tienen pensado acudir a Marruecos «porque no nos van a dejar verlo. Allí no es como aquí». De hecho, el tío de Zouhair El Bouhdidi ha intentado varias veces ver a su sobrino «pero ha sido imposible». La familia define a Zouhair como «un chico normal, totalmente integrado» y «para nada radicalizado», negando que fuera «muy activo en las redes sociales compartiendo contenido del Estado Islámico»., estudiante de Filología Árabe (Grado de Estudios Árabes e Islámicos se llama ahora), fue arrestado en Rabat el pasado 9 de abril. Los servicios de información españoles alertaron a los marroquíes de que el sospechoso había viajado a su país de origen, ante el riesgo de una radicalización exprés y el temor de que regresara a Sevilla para atentar. Algunas fuentes aseguran que el joven habría confesado su intención de atentar. Su familia lo niega tajantemente y creen que «lo juzgan por ser el hijo del imán».
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