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Pompas bolivarianas en Marinaleda: «Si Chávez viviera, estaría aquí»

El embajador de Venezuela visita el municipio sevillano donde es alcalde Juan Manuel Sánchez Gordillo. Una barriada de viviendas llevará el nombre de Hugo Chávez

El alcalde de Marinaleda y el embajador de Venezuela, puño en alto y tocados con gorras de la bandera de este país, en el acto de ayer
El alcalde de Marinaleda y el embajador de Venezuela, puño en alto y tocados con gorras de la bandera de este país, en el acto de ayerlarazon

«Si Hugo Chávez viviera, estaría aquí», dijo ayer en Marinaleda (Sevilla) el embajador de Venezuela en España, Mario Isea, al contemplar una barriada de esta localidad que, levantada en régimen de autoconstrucción por los propios vecinos, llevará el nombre del presidente venezolano Hugo Chávez.

«Chávez se sentiría muy honrado, éste sería el mejor homenaje para él; Chávez decía que sin vivienda no hay familia, porque es en el casa donde se transmiten los valores tempranos a los niños y donde se evita que caigan en la prostitución, la delincuencia y el narcoconsumo precoz», deslizó el embajador al recorrer la barriada en construcción, acompañado por el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, ambos tocados con una gorra con los colores venezolanos.

El embajador aseguró a los asistentes, un muy reducido grupo de militantes de IU, algún alcalde de la comarca y los miembros del grupo musical venezolano «Surconsciente», que invitará al presidente venezolano Nicolás Maduro a asistir a la inauguración de la barriada cuando las casas estén terminadas.

Antes de su labor diplomática, Isea ejerció, por designación del propio Chávez, como presidente del Banco Nacional de la Vivienda, organismo venezolano encargado de promocionar la vivienda pública para los más desfavorecidos, por lo que se interesó en los detalles de las casas autoconstruidas en Marinaleda.

Cada una de estas casas tiene noventa metros construidos en dos plantas, con tres dormitorios, más otros cien metros de patio y su valor final nunca excede los 30.000 euros. El secreto de la calidad de su construcción se lo explicó Sánchez Gordillo: los trabajadores que las hacen no saben cuál será la suya hasta que están todas terminadas, momento en el que se sortean.

Mario Isea también tenía previsto visitar ayer la localidad sevillana de Pedrera para persentar el libro «Las transformaciones hacia el socialismo en Venezuela» (Editorial Atrapasueños), del que ha escrito el prólogo y del que son autores los abogados laboralistas españoles Luis Ocaña Escolar y Vidal Aragonés Chicarro y la economista venezolana Rosario Nazareth Gómez.

Hoy visitará los municipios gaditanos de Trebujena y Medina Sidonia, todos regidos por IU, en un periplo diseñado por él mismo para, según explicó a Efe, «intercambiar saberes y concretar hermanamientos», ya que varias localidades venezolanas aspiran a hermanarse con Marinaleda.

El itinerario del embajador, por falta de tiempo, no incluyó el pueblo de Gilena, pero su alcalde, Emilio Gómez (IU), se desplazó a Marinaleda para acompañarlo.

El embajador fue recibido por Sánchez Gordillo en su despacho, donde luce la bandera republicana junto a la andaluza, y allí redordó que la constitución bolivariana propugna «una democracia participativa y protagónica» capaz de efectuar transferencias a las comunidades organizadas que son capaces de gestionar por sí solas. « Es posible que la gente se empodere y participe más allá del voto para lograr la mayor felicidad posible, lo que cada vez resulta más difícil en el capitalismo», declaró el embajador antes de denunciar que su país sufre una campaña internacional de desprestigio en la que «se la expone como nación al odio internacional».

Eso es «una práctica que precede a la invasión y a derribar gobiernos democráticos elegidos por el pueblo», como, en su opinión, sucedió con Irak.