Caso ERE
Santana, “nacionalizada” por la Junta, pagó “400.000 euros” a un diseñador italiano por remodelar un vehículo
Llegó a realizar el prototipo de otro automóvil nuevo «rojo PSOE» que nunca se materializó
Llegó a realizar el prototipo de otro automóvil nuevo «rojo PSOE» que nunca se materializó
Lo visible y lo que no se ve conducen a veces a lo inevitable, aunque haya cuestiones un tanto incomprensibles de por medio. El pasado septiembre el Consejo de Gobierno autonómico autorizó a su Sociedad para la Promoción y Reconversión Económica de Andalucía S A (Soprea) a que ejecutara la extinción por liquidación de la empresa Santana Motor SAU, con sede en el municipio jiennense de Linares. Una decisión que llegó casi siete años y medio después de que una junta general extraordinaria de accionistas aprobara el proceso de disolución de la compañía y de un sombrío rastro de protestas de los trabajadores. «Desde que los japoneses entregaron la llave, nada fue bien allí», recuerdan fuentes de la empresa. Se refieren a la retirada de Suzuki de la escena que provocó que el Ejecutivo regional comprara en 1995 la sociedad a la que concedió en 2009 un crédito de 36,1 millones de euros que ahora analiza la Justicia en una causa derivada del «macroproceso» de los ERE presuntamente fraudulentos. Más tarde, en 2011 se intentó poner en marcha el denominado Plan Linares Futuro con el que se pretendía reimpulsar el tejido económico y productivo de la zona, lo que nunca ha llegado a lograrse, pese a las numerosas inyecciones dinerarias que la Junta hizo a Santana, algunas de ellas procedentes de la mediática partida 31L, el bautizado como «fondo de reptiles».
En ese contexto, los peritos que han participado en el juicio de la pieza política del «caso ERE» que encara su recta final en la Audiencia de Sevilla incluyeron en la categoría de ayudas «pintorescas» las gratificaciones que se otorgaron al equipo directivo de Santana, con un mínimo de 180.000 euros. Y no es el único dinero que se gastó de forma peculiar en torno a la automovilística. Varias fuentes aseguran a LA RAZÓN que la empresa «nacionalizada» encargó «al prestigioso diseñador italiano Giorgetto Giugiaro» –por cuyas manos han pasado varios Maseratti, un par de Ferrari, el Fiat Panda o la carrocería del mítico DeLorean DMC-12 de «Regreso al futuro»– un automóvil para Santana. De hecho, esas fuentes, pertenecientes tanto al ámbito de la mercantil como al de la Administración autonómica de entonces, aseguraron que «el centro de Barcelona de Giugiaro» llegó a realizar el diseño de un vehículo «muy bonito, color rojo como el de las siglas del PSOE». Es más algunas vieron «con sus ojos» la maqueta que nunca llegó a materializarse porque «hacerlo hubiera costado un dineral», aunque sí conllevó un desembolso de «unos 400.000 euros». Según ha podido saber este periódico, el equipo que el ex consejero Francisco Vallejo puso al frente de la entidad tras su desembarco en 2004 en la Consejería de Innovación y en la Presidencia del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) «consideró que era poco viable sacar un nuevo vehículo y venderlo» por lo que «se llegó a un acuerdo» con el italiano para «rescindir» el contrato original millonario. «Se le pagaron los 400.000 euros» y se pactó que «rediseñara el Vitara». Luego se consiguió arrancar a Suzuki la «cesión de los derechos» del embrión, negociaciones en las que intervino el propio Vallejo quien viajó incluso a Japón, y «se sacaron a la venta los Santana 300 y 350», de tres y cinco puertas, respectivamente, «con poco éxito» de compra, admiten fuentes sondeadas. «Hay quien no fue capaz de asumir con naturalidad en la Junta que la automovilística estaba abocada al cierre y se invirtió en ella durante años para nada. Fue un agujero», resumen otras.
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