Sevilla

Susana Díaz, sin excusas

La Razón
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Susana Díaz tomará posesión mañana como presidenta de la Junta de Andalucía. El proceso de relevo pergeñado por José Antonio Griñán ha concluido con éxito y el guión apenas ha sufrido sobresaltos. Díaz ha viajado en butaca hasta el sillón de mando del palacio de San Telmo. Las primarias del PSOE, pese al intento a la desesperada de dos candidatos alternativos, fue un mero trámite para legitimar el «dedazo». El debate de investidura ha sido de guante blanco. IU ha colaborado de forma entusiasta, renunciando su portavoz incluso al segundo turno de palabra, una prueba de que la coalición de izquierdas celebra el relevo y cree que su entendimiento con la próxima presidenta andaluza será mayor que el que ha tenido con su predecesor. Y el PP decidió no presentar candidato y visualizar su alternativa ante la ciudadanía. Los populares deben definir de manera urgente su proyecto en la región, ya que corren el riesgo de perder el terreno conquistado durante los últimos años. Un trabajo que le permitió ganar las tres últimas elecciones que se han celebrado en la comunidad. Juan Ignacio Zoido ha repetido en varias ocasiones que quiere centrarse en la Alcaldía de Sevilla, un paso atrás que debe ser atendido por la dirección nacional, que junto a los ocho presidentes provinciales deben consensuar un candidato que aglutine al partido y le dote de la tensión necesaria para desarrollar la labor de oposición, muy necesaria ante un nuevo bipartito que se prevé inexperto y con un discurso aún más radicalizado. Es cierto que las prisas no son buenas, pero también hay que recordar que en sólo cuatro meses se cerró la sustitución de Javier Arenas una vez que no obtuvo la mayoría absoluta que pronosticaban las encuestas. La llegada de Díaz al poder debe servir al PP para rearmarse porque la presidenta, acostumbrada a estar en segundo plano, se ha quedado sin escudo.