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Sevilla

«Tratamos de acompañar a nuestros clientes en el camino de salida a la crisis»

«El sector muestra su estabilidad; hay banco malo, pero no aseguradora mala»

«El Premio Fernando Lara, una de las mejores formas de servir a la cultura en España» larazon

SEVILLA- «¿Cómo es posible transmitir una filosofía de trabajo sin dominar el idioma de tus trabajadores?». Jean-Paul Rignault (Clichy-Francia, 1957) estudió cuatro horas diarias de español durante tres meses antes de ser presentado como nuevo presidente de AXA, una aseguradora en continuo crecimiento. Su reto, acompañar cada día a más clientes en el camino de salida a la crisis sin dejar de apostar por la cultura. Su patrocinio del XVIII premio Fernando Lara, entregado el pasado viernes en Sevilla, supone el mejor ejemplo.

–Las grandes empresas miman la acción social, ¿hasta dónde llega el compromiso de AXA?

–En AXA tenemos una política de responsabilidad corporativa con muchas acciones, entre ellas «Todo Corazón»; y la Fundación AXA es otra manera de invertir en la acción social con dos partes principales: la cultural y la prevención de riesgos con la campaña «Ponle Freno», junto al grupo Antena 3. Es nuestra misión participar en la lucha contra la reducción de accidentes.

–Ya son cuatro años colaborando con el Grupo Planeta, ¿Qué supone la presencia del Grupo AXA en el premio Fernando Lara?

–Mucho. La inversión en el Grupo Planeta ha generado un «partnership» de gran valor. Para AXA es una manera de participar en una obra importante como la cultura del libro. Hay muchas maneras de servir a la cultura en España y ésta es una de las mejores.

–Fomentar la cultura en tiempos de crisis resulta complicado, pero también ¿una obligación?

–Reducimos sólo un poco el presupuesto de nuestra Fundación y decidimos invertir más en menos proyectos para tener un efecto mayor. Las crisis no duran eternamente y nuestro compromiso no puede quedar vinculado a la volatilidad actual. Demostramos cada día que es posible apostar por la cultura.

–Cada día son más los andaluces que depositan su confianza en AXA, ¿cómo se gana esa confianza siendo el mundo de las aseguradoras tan frío?

–Es difícil, pero el sector asegurador ha demostrado su estabilidad manteniendo la demanda de los clientes particulares y sus empresas. Una crisis no puede ser una alegría, pero supone siempre un buen momento para cambiar, evolucionar, para reconsiderar nuestro papel. AXA y el resto de aseguradoras han demostrado estabilidad. El sector financiero, no. Hay un banco malo, pero no hay una aseguradora mala. De manera razonable podemos estar orgullosos.

–Entre 2011 y 2012 se ha reducido el volumen de negocio de AXA un 8,5%, pero el margen de solvencia aumenta en más de 8 puntos y también crece el patrimonio gestionado. ¿Qué lectura se puede hacer de esos indicadores?

–He dicho que la crisis es un periodo para reflexionar y eso es precisamente lo que hemos hecho. Hemos cambiado nuestra gama de productos y servicios. AXA es flexible. En tiempos de crisis los clientes necesitan productos más sencillos, más adaptados no sólo a sus riesgos sino a su capacidad de pagar el producto. En auto, por ejemplo, que es un producto clave en nuestro negocio, hemos reducido la prima media en un 30 ó 35% en los últimos tres o cuatro años. Eso evidencia que AXA ha respondido de una manera activa a la petición de sus clientes y, lo más importante, hemos sacrificado un poco la facturación. Otros sectores no lo han hecho, pero nosotros sí y sin crear un problema de rentabilidad.

–¿Qué falta para que AXA dé el gran salto en Andalucía, donde ocupa el sexto lugar en la actualidad?

–En Andalucía tenemos un equipo de gran cualidad humana y profesional. Nuestra presencia es importante, con más de 600 agentes y 400 corredores. Naturalmente, nuestra ambición es desarrollar nuestro negocio. Quizá sea un poco más difícil en esta parte de España porque la crisis es más dura, pero tratamos de proteger lo que tenemos con más creatividad, con innovación, con productos nuevos y con más ilusión. En Andalucía, como en el resto de España, tenemos un papel más de actor que de víctima. Nuestra ambición es ser en el futuro la protagonista. El reto es difícil, pero creo que España y Andalucía yahan tocado fondo. Hay que ser optimistas.

–En una comunidad como la andaluza, con una tasa de desempleo de casi el 37%, resultará todo mucho más complejo...

–En España es todo difícil y más en el Sur. En un mercado que no crece, nuestra ambición primera es retener a nuestros clientes, adaptarnos a las nuevas condiciones. Tener productos más sencillos para reducir precios y acompañar a nuestros clientes en este camino. Pero creo también que en un mercado que no crece, hay actores que van a crecer. Hay competencia, pero en AXA, con su estabilidad y compromiso con la economía española a corto, medio y largo plazo, creo que presentamos oportunidades que pueden atraer clientes que hoy están con otras aseguradoras o bancos.

–¿Los bancos son el enemigo de las aseguradoras?

–No hay una razón concreta, pero la banca domina en el seguro de vida. Es más el resultado de la historia que un hecho concreto. Tenemos dos retos: el primero, la diversificación: tenemos una cuenta de mercado importante de más o menos el 10% en seguro de coche y debemos ofrecer a nuestros clientes otros productos: vida-riesgo, salud...; y el segundo reto es ganar la batalla del asesoramiento, porque es cierto que nuestros clientes, la población de Andalucía, necesita un buen asesoramiento de proximidad. Y es la razón por la que invertimos mucho en la formación de nuestras redes.

–¿Empresas como AXA saldrán más reforzadas de la crisis?

–Es nuestra ambición. Los problemas de hoy son reales, pero España va a salir reforzada de la crisis en Europa. Hoy el éxito de España es la comunicación y la bajada de la prima de riesgo. Lo que debemos hacer las empresas, y yo como jefe de una de ellas, es transmitir realismo, pero también optimismo. La situación de hoy es mejor que hace un año y dentro de otro año será mejor. La tasa de paro seguirá siendo alta, pero va a bajar. El punto clave es comunicar realismo a nuestros clientes y colaboradores, que son más inteligentes de lo que se pueda pensar. Es lo que hacemos cada día en nuestra compañía: utilizar el mismo discurso a nuestros clientes y a nuestros colaboradores. No hay dos «Españas», es la misma para todos.