Política
Una invectiva contra la corrupción que dinamita los puentes PSOE-Podemos
Teresa Rodríguez reprocha a Susana Díaz los escándalos judiciales que salpican al Gobierno andaluz: «El cortijo apesta»
Teresa Rodríguez reprocha a Susana Díaz los escándalos judiciales que salpican al Gobierno andaluz: «El cortijo apesta».
«Es difícil que usted y yo nos entendamos esta legislatura». Con estas palabras la presidenta de la Junta, Susana Díaz, levantó ayer probablemente el epitafio de las relaciones entre el Partido Socialista y Podemos. Si la interlocución entre estos dos grupos ha sido en los últimos meses difícil y escasa, ahora salta por los aires. La líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, fue la encargada de activar la voladura con una fuerte invectiva contra Díaz por los casos de corrupción que afectan a la Junta. La Cámara acogió el Pleno más bronco de lo que llevamos de X legislatura, y eso que el día anterior, con el rechazo de la Proposición de Ley de Atención Temprana, ya hubo intercambio de reproches severos.
Rodríguez no dio tregua en una filípica contra la corrupción híspida en el fondo, en el tono y en los gestos. Díaz no se esperaba tanta artillería esta vez y no sólo se remangó – su gesto habitual cuando entra en harina parlamentaria – sino que se tomó alguna pausa para reponerse y beber agua. «El cortijo apesta», comenzó la líder de Podemos en una intervención en la que recordó los casos de corrupción que según dijo cuestan 4.000 millones de euros a los andaluces.
Rodríguez afeó a Díaz la imputación de tres cargos en seis meses, dos de los cuales –el director gerente del SAE y el secretario general de IDEA– comparecieron ayer en los juzgados por los despidos supuestamente arbitrarios de 143 asesores de Empleo. «Va camino de superar a sus antecesores Chaves y Griñán y mira que ya es difícil», abundó la dirigente de Podemos atacando en uno de los flancos que más preocupan y escuecen a la jefa del Ejecutivo, a la que también recordó su proximidad al que fuera su «padrino político» José Antonio Viera, el ex consejero de Empleo imputado en los ERE, a las órdenes de quien estuvo Díaz en su etapa como secretaria de Organización del PSOE de Sevilla.
Además del «caso de los ERE», también salieron al paso otros escándalos como el de la formación o los fondos Jeremie. «Es la mochila que lleva de su partido por mucho que haya tratado de abrochársela a los tobillos de Chaves y Griñán».
«Aunque chille, insulte y use esta Cámara como un teatrillo, lo que ocurrió ayer en este Parlamento fue democracia», respondió de vuelta Susana Díaz a las críticas del rechazo junto a C’s de la Proposición de Ley de Atención Temprana de Podemos. Díaz tampoco ahorró duras calificaciones para referirse a la jefa de filas de Podemos, a la que acusó de recurrir al «fango», «utilizar un lenguaje tabernario» y tirar de «soflamas de un cariz chavista».
Entre tanto, la dirigente de Podemos siguió desplegando el catálogo de escándalos. Desde la dimisión del alcalde de Punta Umbría por su implicación en en los cursos de formación, hasta las contrataciones del alcalde de La Algaba. «La Junta es una Administración que genera corrupción», abundó la secretaria general de Podemos.
Los puentes entre estas dos formaciones se rompen cuando Pedro Sánchez está en puertas de pronunciar su discurso de investidura, el próximo dos de marzo, y el PSOE, que estaba obligado a elegir compañero de viaje, se ha decantado por Ciudadadanos, con quien ha firmado un principio de acuerdo. Ahora, por tanto, Podemos y PSOE ya no tienen que disimular unas diferencias próximas a la aversión como pudo comprobarse ayer en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Nunca ha existido sintonía entre Rodríguez y Susana Díaz. La presidenta de la Junta tuvo claras dos cosas desde la noche electoral del 22 de marzo: que el enemigo a batir era Podemos –probablemente por eso la difererencia del PSOE respecto a esta formación es mucho más abultada que la que registró Pedro Sánchez–; y que el socio prioritario era Ciudadanos, para trazar un camino centrista y alejado de la radicalidad. A Díaz le ha funcionado la fórmula y prueba de ello es que ha podido aprobar los Presupuestos sin ningún problema y su Gobierno tiene en estos momentos plena estabilidad. Sólo un cambio de Pedro Sánchez, con un volantazo que se acerque de nuevo a Podemos en estas horas críticas de pactos de Gobierno, puede comprometer la hoja de ruta de Díaz, que trata de no cruzar ningún camino con la formación de Pablo Iglesias. Teresa Rodríguez mitigó en un punto la crítica mostrándose segura de que Díaz no se había llevado «ni un euro al bolsillo», pero díficil era ya atenuar la mayor andanada contra la corrupción que ha recibido Díaz desde que juró el cargo de presidenta en septiembre de hace tres años.
«Desde que llegó está pensando en irse»
El espacio de la crítica contra la corrupción lo copó Podemos. El presidente del PP-A, Juanma Moreno, censuró a Susana Díaz por apropiarse del 28F y por caminar entre dos pistas, la andaluza y la nacional, en mitad de las negociaciones para formar gobierno. «Desde que llegó está pensando en irse. Está enredada en los líos internos del partido mientras las familias se van llorando del Parlamento», deslizó en relación al rechazo del PSOE de la Proposición de Ley de Atención Temprana. Díaz, por su parte, le reprochó que se comporte como Podemos acercándose a los problemas «de manera carroñera».
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