Valderas se agarra al populismo

Izquierda Unida parece decidida a convertir a Chávez en su guía espiritual en los próximos meses. Las declaraciones de José Antonio Castro, portavoz parlamentario de la coalición, han pasado de anécdota o astracanada a alcanzar mayor peso por deseo expreso de Diego Valderas. El vicepresidente de la Junta y todavía coordinador general de IU se ha pasado el fin de semana defendiendo el legado del presidente venezolano y la posibilidad de extrapolarlo con éxito a Andalucía. Sin ir más lejos, ayer mismo marcó la hoja de ruta de su partido de cara a las próximas elecciones: «Si IU logra el 30, 40 o 50 por ciento de los votos, hará igual o más que Chávez». El descontento social y la grave crisis económica han impulsado las expectativas electorales de IU. Los movimientos de izquierda ven el movimiento bolivariano con simpatía. Valderas sabe que, por mucho que se empeñe, él es copartícipe de los recortes de la Junta de Andalucía. La estrategia de la confrontación resulta útil pero no puede servir para todo. Y ahora ha encontrado en Chávez la excusa perfecta para complacer a su electorado insatisfecho. Pedirá ampliar su apoyo para imponer el modelo que el PSOE no deja ejecutar en su totalidad. Por eso, es clave la postura del presidente de la Junta. A José Antonio Griñán hay que exigirle un ejercicio de responsabilidad para no impulsar las reivindicaciones de su socio de Gobierno. Pero también mesura en sus declaraciones porque el mensaje de agravio o los intentos de desprestigiar a las instituciones europeas, socios de España, favorecen precisamente a los movimientos populistas a los que pretende agarrase IU.