Sevilla

Ya vienen por el Arenal

Claro está que los que vienen son los mismísimos Reyes Magos. Ahora lo entiende uno mejor, al venir de las marismas de Doñana, como aseguran los expertos en estas materias. Por eso la entrada natural es por el puente del Cachorro, Reyes Católicos, Pastor y Landero y pleno Arenal. Aunque vengan de donde vengan, a los andaluces nos interesa que sea de las marismas almonteñas, que ya son motivo de devociones centenarias y alegrías que estrujan el alma. Si efectivamente sus reinos están en tan bendita tierra, como vecino no les quiero pedir nada para mí. Conservo mi trabajo y de salud no ando mal, salvo por un tirón en la espalda, que si se pone muy pesado siempre me quedará el buen doctor Paco Trujillo para mandarlo a hacer puñetas (que por cierto es tarea muy noble). Así es que me puedo permitir el lujo de pedir para los demás, aunque sea de forma muy interesada. Para el Rey de España, salud y que el peor año de un largo reinado siga teniendo tan altos apoyos, aunque algunos quieran ver la botella medio vacía. Para el presidente del Gobierno, que aparte de tratar de amigarse con los catalanes que abominan de España y sus gentes, se preocupe de que hay 40 millones más de españoles a los que atender y que se ande con cuidado con unos Presupuestos que es posible que sean muy sociales, pero no sabemos si tenemos dinero para pagarlos. Que no nos ocurra como a quienes viven por encima de sus posibilidades y terminan en manos de prestamistas de feo y pequeño corazón, pero de intereses altísimos. Al jefe de la oposición, que lo sea del Gobierno en lo razonable, pero no de los españoles. Al nuevo presidente de la Junta, que se olvide de los intereses de su partido, trifulcas internas incluidas, y haga todo lo que sea mejor para los andaluces, aunque le cueste el apoyo de sus socios de gobierno y allegados. Al alcalde de Sevilla, señor Espadas, que siga con ese entusiasmo, con tantas ganas de trabajar. Mil veces la botella medio llena. Al derrotismo que la ve medio vacía respecto a las próximas elecciones, confíe en el buen criterio de sus vecinos; méritos no le faltan para seguir siendo alcalde. A los que tenemos el gran lujo de estos tiempos, que es contar con un trabajo, hagamos lo que nos corresponda magníficamente, ello ayudará mucho a que millones de personas sean socios del restringido club de personas trabajadoras. A los empresarios, reconocimiento y fuerza para que empeñen su creatividad y su patrimonio en crear riqueza, a ser posible que ganen muchísimo, porque es la simiente de los buenos tiempos. A los sindicatos, que dejen de ser una especie de agencia de viajes de transporte gratuito, con bocadillos, silbatos, pancartas y algaradas incluidas, y hagan lo que saben perfectamente que mejoraría a los que dicen representar. A los que tenemos una pluma, un micrófono, una cámara, que nos dan una fuerza mediática, tratemos de olvidarnos de ser «la más bella del baile», y ayudemos, que podemos, y si por ello tenemos que tragarnos algún sapito, bienvenido sea. Que vienen los Reyes Magos por el Arenal, no hagamos que su viaje sea en vano. Que las caras de ilusión y de alegría de nuestros niños contemplando a los Magos de Oriente –ya saben, del Oriente de Matalascañas– sea la gran bandera que nos una cuando tanto terreno parece haber ganado la desunión y el enfrentamiento. Además, hagamos que este espíritu tenga más vida, que los juramentos que nos hacemos de volver al gimnasio, a la caminata diaria, a rebajar los kilitos acumulados por tantas calorías de más... A lo mejor, alguno de los generosos Reyes ha descubierto que no es el tío duro e insolidario que intenta aparentar y le ha dejado un magnífico regalo que le ha devuelto a una infancia feliz.