La pequeña y mediana empresa sigue siendo la asignatura pendiente en la inserción laboral de las personas con alguna discapacidad. Y desde Castilla y León animan a empresarios y autónomos a que confíen en ellos. «Las pymes no tienen obligación de contratar a este colectivo pero su apoyo es esencial para facilitar la inserción laboral de estas personas», señalaba ayer José Luis Martínez Donoso, director general de la Fundación ONCE, momentos antes de clausurar en Valladolid una jornada sobre gestión del talento diverso como fuente de compeitividad.

«Son capaces de desempeñar un trabajo como cualquier otra persona, pero además su presencia enriquece el trabajo y son una fuente de talento y riqueza para las administraciones», decía, por su parte, Óscar Puente. Además, el alcalde de Valladolid avanzaba la celebración en la ciudad en próximas fechas de otro foro sobre este asunto con ayuntamientos para encontrar nuevas vías de colaboración que faciliten la inserción laboral de las personas con discapacidad.

Por parte del Gobierno regional participaba en esta jornada la consejera de Familia e Igualdad e Oportunidades, Alicia García, que admitía que el peso de las contrataciones lo llevan las administraciones y los centros especiales de empleo y que implicar más a las pymes son el principal desafío de futuro. Si bien, destacaba que de unos años a esta parte se está detectando que la empresa ordinaria es cada «más receptiva y responsable» con el empleo de este colectivo.

Y sacaba pecho de los datos que presenta Castilla y León en contratación laboral de personas con discapacidad, al poner en valor las 16.000 contrataciones que se realizaron el pasado año.

«Es una cifra de récord que supone un 16,3 por ciento que hace un año y el doble que hace cinco», apuntaba. En este sentido, García «culpaba» de estos buenos datos al modelo de itinerarios personalizados por el que apuesta el Gobierno que preside Juan Vicente Herrera, «que pone el acento en las capacidades de estas personas y no al contrario». La consejera destacaba también la participación en estos itinerarios, de los que se han beneficiado más de 3.500 personas con discapacidad, de las cuales casi un millar encontraron un puesto de trabajo y más de setecientas realizaron prácticas.

Finalmente, avanzaba que este año se destinarán 5,2 millones de euros a estos itinearios, un 22 por ciento más que hace un año, para seguir favoreciendo la inserción laboral de este colectivo, cuya tasa de actividad es de las más bajas, con en el 34 por ciento.