Crece la conciencia social entre castellanos y leoneses y se refuerza el voluntariado

Con 386 entidades registradas y más de 200.000 voluntarios, Castilla y León es una de las regiones de la España autonómica que cuenta con una red de voluntariado más potente. «Cada vez son más los castellanos y leoneses los que quieren comprometerse y dedicar parte de su tiempo libre a los demás», señala a LA RAZÓN, Luisa Lobete, presidenta de la Plataforma Vallisoletana de Voluntariado Social, quien asegura también que con la crisis, el movimiento se ha fortalecido, «con el reto de conseguir una sociedad más justa y habitable».

«El interés de la ciudadanía, tanto jóvenes como mayores, por participar en cualquiera de los numerosos campos de trabajo en los que actuamos, ya sea a través de la acción social ayudando a los sin techo o acompañando a los pacientes oncológicos, o bien en favor del Medio Ambiente o las nuevas tecnologías, crece cada día», sostiene la también gerente de la Asociación Española contra el Cáncer en Valladolid, mientras pone en valor el hecho de que gran parte de este voluntariado con el que cuentan son personas que han sido antes beneficiarios de ayuda cuando lo necesitaban y que ahora quieren devolver lo que han hecho por ellos. También destaca la cada vez mayor presencia de gente joven, de estudiantes que mientras están en la Universidad sobre todo quieren echar una mano en su tiempo libre.

Desde la Plataforma Vallisoletana, que engloba a distintas oenegés de la ciudad que trabajan con los que necesitan ayuda como Cruz Roja, AECC, Proyecto Hombre, Red Incola o Procomar, entre otras, trabajan todo el año en la promoción del voluntariado y en la sensibilización social. Algo que hacen a través de numerosas actividades, como la que llevaban a cabo la semana pasada en una cafetería de Valladolid con todas las entidades sociales que forman parte de la Plataforma y en el que participaron medio centenar de personas, «muchas de ellas, destaca Lobete, sin contacto alguno con la red de voluntariado, pero que mostraron interés en aportar su granito de arena». «Fue un encuentro positivo -continúa- de intercambio de experiencias, y en el que hubo también testimonios directos de personas que han sido beneficiarios antes que voluntarios, y todos los participantes salieron de la reunión empapados de conciencia social y con ganas de repetir».

La nueva Ley, para verano

La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades trabaja desde hace meses en colaboración con las entidades sociales del Tercer Sector en la futura Ley de Voluntariado de Castilla y León, que pretende actualizar y ampliar la actual normativa que data de hace doce años.

Una Ley que la consejera Alicia García se comprometía hace apenas un par de meses a tener aprobada antes de este verano, con el reto de que las Cortes puedan darla luz verde antes de que acabe la legislatura.

Promocionar el voluntariado y abrirlo a toda la sociedad y que alcance a todas las edades, también menores con previa autorización de su padres o tutores; ampliar los sectores o campos de actuación y que las empresas, instituciones y administraciones puedan llevar a cabo también la labor de voluntariado, son algunas de las novedades que la Consejería de Familia quiere incluir en la normativa, previo consenso con las entidades sociales.

Si bien, en este último punto existe alguna discrepancia., la presidenta de la Plataforma Vallisoletana de Voluntariado Social advierte a este periódico de que la existencia de voluntarios institucionales «abriría el melón a una mano de obra barata», y defiende que sean las propias entidades sociales las que, en función de su ámbito de acción, se encarguen de gestionar el voluntariado.