De Santiago-Juárez acusa a «pesimistas y derrotistas» de alejar las inversiones

El vicepresidente de la Junta subraya los enormes beneficios que ofrece Castilla y León a las empresas durante un seminario celebrado en Valladolid.

El vicepresidente y consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, destacó las virtudes que ofrece Castilla y León para la implantación de nuevas empresas, a la vez que ha criticado a todos los «pesimistas y derrotistas» de los partidos de la oposición que hacen un «flaco favor» ya que «alejan a los inversores».

Unas palabras que pronunciaba al participar en un seminario organizado por el «El Mundo. Diario de Castilla y León», y donde ha subrayado los «enormes beneficios» de un territorio «tan extenso y singular» como lo es Castilla y León, una tierra a la que quiere y siente» y de la que insistido en sus fortalezas, ya que de sus «debilidades» ya hablan otros.

Entre esos otros, Santiago-Juárez citó a los miembros de la oposición en el Gobierno autonómico, que siembran con sus críticas el «virus del pesimismo» que se contagia «rápidamente» sobre los nuevos, y provoca que los proyectos pronto se llenen de «clichés y melancolía de bajo coste». Sobre los aspectos positivos que rodean a la Comunidad, el vicepresidente los ha dividido entre los «coherentes» y los que no lo son. Entre los primeros, destacó el poder y el peso que tienen los sectores agrícola, ganadero y agroalimentario en Castilla y León, que juntos llegan a un peso del 10 por ciento del PIB.

También se refirió a los «grandes números» que representan el sector industrial, las exportaciones o las medidas impulsadas desde el diálogo social, sin olvidar las dos principales competencias adquiridades por la Comunidad en Educación y Sanidad.

Un seminario que arrancaba con una mesa redonda y donde responsables de Cajamar, Renault, Universidad Europea Miguel de Cervantes, Conetic y Consejo Consultivo ofrecieron algunas de los retos a los que se enfrenta la Comunidad de cara al futuro.

Todos ellos apostaron por la economía colaborativa para que las empresas sean más competitivas; por la innovación y la formación como retos de la «fábrica del futuro»; por las nuevas tecnologías en la industria 4.0 o por una educación vinculadas a las necesidades empresariales.